BERLÍN (AP) — Alemania deportó el viernes a decenas de ciudadanos afganos a su país de origen, en el segundo de estos vuelos desde el regreso del Talibán al poder y el primer desde que el nuevo gobierno, que prometió una política migratoria más dura, asumió en Berlín.

Según el Ministerio del Interior, un vuelo despegó el viernes por la mañana con 81 afganos a bordo, todos ellos hombres que previamente habían llamado la atención de las autoridades judiciales.

La operación se llevó a cabo con la ayuda de Qatar, explicó en un comunicado, que agregó que el gobierno quiere llevar a cabo más deportaciones a Afganistán en el futuro.

Hace más de 10 meses, el anterior ejecutivo alemán deportó a ciudadanos afganos a su país por primera vez desde que los talibanes regresaron al poder en 2021.

El entonces canciller, Olaf Scholz, prometió intensificar las devoluciones de solicitantes de asilo.

Su sucesor, Friedrich Merz, convirtió el endurecimiento de la política migratoria un pilar central de su campaña para las elecciones generales de febrero.

Poco después de asumir a principios de mayo, el gobierno desplegó más policía en la frontera y anunció que algunos solicitantes de asilo que intentaran entrar en la mayor economía de Europa serían rechazados.

También ha suspendido las reunificaciones familiares para muchos migrantes.

El vuelo despegó horas antes de la reunión prevista entre el ministro del Interior, Alexander Dobrindt, con homólogos de cinco países vecinos —Francia, Polonia, Austria, Dinamarca y República Checa— así como con el comisario de migración de la Unión Europea, Magnus Brunner.

Dobrindt convocó la cumbre para discutir la migración a través del Zugspitze, el pico más alto de Alemania, en la frontera con Austria.