
La dominicana Rosa Margarita Hernández de Grullón fue condecorada por la República Francesa con la distinción de Comendador de la Orden Nacional de la Legión de Honor.
Esta condecoración es la más alta otorgada a personalidades extranjeras que han hecho aportes a la promoción de los valores franceses o al fortalecimiento de las relaciones entre sus países y Francia.
Sonia Barbry, embajadora de Francia ante la República Dominicana, en nombre del presidente Emmanuel Macron, impuso la condecoración a Hernández durante una ceremonia este 18 de septiembre en la Residencia de Francia en Santo Domingo.
Destacó no solo su trayectoria institucional sino también su sensibilidad humana y dedicación al bien común.
Hernández de Grullon es ahora embajadora de la República Dominicana ante el Reino Unido e Irlanda del Norte.
Desempeñó un papel clave en el fortalecimiento de las relaciones bilaterales entre Francia y la República Dominicana, gracias a su labor diplomática: primero como representante permanente de la República Dominicana ante la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), con sede en París, y luego al frente de la delegación dominicana en el país galo, entre los años 2010 y 2025, indicó la diplomática francesa.
Impulsó asimismo la promoción del arte y la cultura dominicanos, la cooperación internacional y las causas sociales con un enfoque integral y proactivo.
Trayectoria y logros
Dijo que en el plano político, la embajadora dominicana forjó una notable cercanía con las autoridades francesas y elevó el perfil internacional de la República Dominicana a través de logros en la UNESCO y otros organismos multilaterales.
Agregó que en el ámbito económico facilitó inversiones históricas, aumentó el intercambio comercial y posicionó a la República Dominicana como un socio atractivo en turismo y negocios, generando beneficios tangibles que se proyectan hacia el futuro.
En la esfera cultural y educativa, desplegó una vigorosa diplomacia pública que difundió la riqueza artística y culinaria dominicanas, al tiempo que fomentó intercambios académicos e iniciativas innovadoras, como la creación de una biblioteca dominicana en París, dijo.
En cuanto a la comunidad de dominicanos radicados en Francia, su empatía y dedicación fortalecieron el tejido de la diáspora, preservando la identidad nacional lejos de la patria y asegurando que cada dominicano en territorio francés sintiera cercana su tierra natal.