TAIPÉI/PEKÍN, 3 dic (Reuters) – Taiwán expresó su agradecimiento y China se mostró molesta el miércoles después de que el presidente Donald Trump firmó una ley que requiere que el Departamento de Estado de Estados Unidos revise y actualice periódicamente las directrices sobre cómo Estados Unidos interactúa oficialmente con Taipei.

Estados Unidos es el principal aliado internacional de Taiwán a pesar de la falta de vínculos diplomáticos formales, y el asunto es una fuente constante de irritación en las relaciones chino-estadounidenses dado que Beijing considera a la isla gobernada democráticamente como suya.

En 2021, bajo la primera administración de Trump, el entonces secretario de Estado Mike Pompeo levantó las restricciones a los contactos entre funcionarios estadounidenses y sus homólogos taiwaneses, establecidas después de que Washington reconociera a Beijing en 1979.

La Ley de Implementación de Garantía de Taiwán, que Trump convirtió en ley el martes, dice que el Departamento de Estado de EE. UU. debe realizar revisiones de los contactos con Taiwán al menos una vez cada cinco años.

La ley “afirma el valor de la interacción de Estados Unidos con Taiwán, apoya unas relaciones más estrechas entre Taiwán y Estados Unidos y se erige como un símbolo firme de nuestros valores compartidos de democracia, libertad y respeto por los derechos humanos”, dijo la portavoz de la Oficina Presidencial de Taiwán, Karen Kuo, en un comunicado.

El ministro de Asuntos Exteriores de Taiwán, Lin Chia-lung, dijo a los periodistas que revisiones más frecuentes de las directrices permitirían a los funcionarios taiwaneses ingresar a las agencias federales para reuniones, por ejemplo, aunque la legislación no hace mención explícita de esto.

En Beijing, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Lin Jian, dijo que China se opone firmemente a cualquier forma de contacto oficial entre Estados Unidos y “la región de Taiwán de China”.

“La cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses fundamentales de China y la primera línea roja que no se debe cruzar en las relaciones entre China y Estados Unidos”, añadió.

Estados Unidos debe ejercer “la máxima prudencia al manejar la cuestión de Taiwán, detener todas las interacciones oficiales entre Estados Unidos y Taiwán y no enviar ninguna señal equivocada a las fuerzas separatistas que propugnan la ‘independencia de Taiwán'”, afirmó Lin.

El gobierno de Taiwán rechaza las reclamaciones territoriales de China y dice que tiene derecho a relacionarse libremente con países de todo el mundo.