Iglesia reflexiona de forma crítica sobre la realidad nacional en el sermón de las 7 palabras

En el marco del Viernes Santo, la Iglesia Católica celebra el tradicional Sermón de las Siete Palabras en la Catedral Primada de América, una ceremonia cargada de reflexión partiendo de las últimas palabras pronunciadas por Jesús en la cruz.
Los sacerdotes y laicos intervinientes en la reflexión desde el altar de la centenario templo católico se quejaron del deterioro del sistema de salud, de la desprotección ciudadana, de los feminicidios, de los daños al medio ambiente y las injusticias, entre otros aspectos
Primera palabra: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen”
El sacerdote de la parroquia San Roque González, Roberto Martínez, llamó a que se arrepienta todo aquel que, conscientes de sus actuaciones, hacen daño al medio ambiente en República Dominicana.
El enfoque del religioso se hizo en el marco del sermón de las siete palabras, ceremonia tradicional del viernes santo en la Iglesia Catedral Primada de América.
“Jesús no pidió perdón por los que engañaron a los pequeños. Perdónalos, padre, pero porque no saben lo que hacen. Los que saben lo que están haciendo deben arrepentirse y volverse a Jesús como el Buen Ladrón”, manifestó durante la lectura de la primera palabra: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen
Ante los ríos que se mueren, contaminados, sucios, feos; Jesús dice perdona a los que llenan, día y noche, camiones y camiones de agregados. Porque no saben lo que hacen. Pero detrás de los que daban latigazos al cuerpo desfigurado de Jesús, estaban los que sí sabían. Para ellos no se pidió perdón. Que se arrepientan y paren, ya de una vez por todas, estas prácticas que asesinan lentamente a nuestros ríos, subrayó.
Segunda Palabra: “De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el Paraíso”
La situación de la salud pública inspiró al padre Nicolás Cuello Hernández, para interpretar la segunda de las frases pronunciadas por Jesús antes de morir en la cruz.
“La salud no es un privilegio de algunos, no es un derecho de los ricos, es un derecho de todos los dominicanos y residentes legales en el país”, dijo el sacerdote Cuello Hernández para enumerar las debilidades que persisten en el referido sector.
Falta de avance en la implementación de la atención primaria.
Elevados costos a la atención de los medicamentos, los cuales “afectan gravemente a las familias pobres”.
Baja inversión del Producto Interno Bruto (PIB) y ausencia de un sistema de monitoreo funcional.
Los bajos salarios y sobrecarga de trabajo de los médicos y enfermeras.
Déficit de personal y deficiencia de tipo institucional, estructural y logístico.
Las infraestructuras hospitalarias se encuentran en muy mal estado.
“Ni el Ministerio de Salud Pública, ni el Servicio Nacional de Salud han podido implantar la atención primaria, ¿Hasta dónde llega la competencia de uno e inicia la del otro?”.
“¿Preguntamos al gobierno por qué el 911 no funciona como antes? ¿Qué ha pasado? El sistema de salud está en crisis. Decía madre Teresa de Calcuta: ‘Que el peor mal es la indiferencia’. ¿Por qué tanta indiferencia en el sector salud? ¿Por qué tanta incompetencia? ¡Ay de quienes malversan el dinero del presupuesto de salud pública! ¡Ay de quienes malversan el dinero de los medicamentos de altos costos! ¡Ay de quienes se embolsillan el dinero para la salud mental”, cuestionó el sacerdote.
Tercera palabra: Madre ahí tienes a tu hijo… Hijo ahí tienes a tu madre
El diácono Luis Sandy Cabrera Martínez de la Parroquia Espíritu Santo de Villa Mella, al referirse a la tercera palabra basada en la cita bíblica: “He aquí tu hijo; he aquí a tu madre» hizo énfasis en la inseguridad ciudadana que arropa a la República Dominicana y llamó a transformar el sufrimiento en fuerza.
Expresó que «en el dolor de María se reflejan los sufrimientos más profundos de la humanidad. Las injusticias, pérdidas, traición, impotencia y una fe puesta a prueba es el grito silencioso de una sociedad herida. El dolor de una madre que ve morir a su hijo injustamente es también el reflejo de nuestras comunidades golpeadas por la inseguridad ciudadana».
Cabrera Martínez manifestó que «hoy, detrás de cada estadística hay una madre que no podrá volver a abrazar a su hijo, un padre que guardará para siempre la foto de su niño en la cartera y hermanos que crecerán con el vacío irreparable de la ausencia».
Cuarta Palabra: “Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?”
El Diácono de la parroquia Corpus Christi, Juan María Duran, se inspiró en la cuarta frase pronunciada por Jesucristo en la cruz para denunciar la inseguridad vial en calles, avenidas y carreteras del país.
Basó su reflexión en un informe de la OPS (Oficina Panamericana de la Salud), que indica que “la República Dominicana tiene la tasa más alta de siniestros viales con lesionados en la región por cada 100,000 habitantes” este informe también revela que el país ocupa el segundo lugar en mortalidad por accidentes de tránsito, solo superado por el hermano país de Haití”
En su exposición señaló, que es común observar cómo los ciudadanos irrespetan las señales de tránsito y circulan libremente vehículos pesados y de cargas de materiales con neumáticos desgastados, sin lonas verdaderas de protección y sin cumplir la altura máxima permitida de cargas.
Culminó haciendo un llamado a las autoridades civiles, militares y familias en sentido general, con que ya es tiempo de sembrar esperanza, de cambiar el rumbo, de arrojar nuestro granito de arena para así cambiar nuestra sociedad.
Quinta palabra: «tengo sed».
El diácono Frank Luis de la Cruz Alcequiez, de la Parroquia Resurrección del Señor, ubicada en Engombe, Santo Domingo Oeste, durante su participación en el Sermón de las Siete Palabras, que se realizó desde la Catedral Primada de Amárico, expresó que la Iglesia se mantiene rezando por los encargados del Sistema Judicial, al igual que por los que rigen los servicios penitenciarios, para que estos estén conscientes que al final de sus vidas serán juzgados por Dios.
«Rezamos por los jueces, fiscales y los que dirigen la Dirección General de Servicios Penitenciarios y Correccionales, para que no olviden que al final de su existencia, Dios será su juez, cada uno se enfrentará cara a cara con Jesús, pues Él está identificado como el juez universal, que decide la suerte de los hombres según el criterio de la fidelidad que se exprese a través de una justa conducta de vida», puntualizó De la Cruz Alcequiez, en la interpretación de la quinta palabra pronunciada por el Señor en la cruz-
En ese sentido, el reverendo manifestó que uno de los desafíos más urgentes de la Pastoral Penitenciaria es la defensa de los derechos humanos de las personas privadas de su libertad.
Sexta palabra. “Todo está consumado”
“Todo está consumado”. Con esta frase, cargada de esperanza, inició la reflexión de la Hna. Carmen Dolores Ferrer durante el Sermón de las Siete Palabras.
Además, afirmó que, aunque Jesús cumplió su misión en la cruz, la tarea de transformar el mundo apenas comienza para la humanidad
“De parte de Cristo, sí, todo está consumado. Pero de nuestra parte, aún nos falta vivir ese largo día a día de la historia humana”, afirmó. En su mensaje, hizo un llamado a reconocer que la pasión de Cristo no terminó en el Calvario, sino que se prolonga en cada persona marginada, hambrienta, violentada y olvidada por la sociedad.
“La cruz de Cristo no fue un final, sino el inicio de una historia que debemos continuar escribiendo con gestos de justicia, dignidad y amor”, subrayó. Y advirtió con claridad: “Nada está consumado mientras uno solo de nuestros hermanos siga sufriendo hambre o desamor”.
Séptima palabra: Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.
La coordinadora de la pastoral infantil de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario, Bárbara Suárez, mostró preocupación por la cantidad de mujeres que son violentadas y muertas a manos de sus parejas, calificando que las alarmantes cifras de feminicidios, sacuden fuerte y vergonzosamente a República Dominicana.
Suárez analizó la última expresión de Jesús pronunciada antes de morir en la cruz, frase que expresa la entrega total y absoluta, “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu”.
Aprovechó su intervención para reflexionar sobre la violencia intrafamiliar y los feminicidios, asegurando que es importante recordar cual es la posición de la familia en el Plan Divino, en la historia de salvación.
“Dios nos creó para que tengamos vida en abundancia, somos hechos a imagen y semejanza de Dios (Génesis 26). Dios creó al hombre ya la mujer para que fuera una misma carne, esto lo leemos en el primer libro del Génesis, por lo tanto, desde la creación, Dios creó la unión conyugal; el matrimonio, y por fin la familia”, dijo.