El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, afirmó este martes que se someterá a una operación para tratar los problemas que sufre en la cabeza del fémur debido a que ya no aguanta tanto dolor, pero que su extensa agenda sólo le permite programar la cirugía para octubre próximo.
“Quiero someterme a la cirugía porque no quiero seguir con dolor. Nadie consigue trabajar con tanto dolor todo el día. A veces siento que estoy de mal humor y es visible que estoy nervioso e incómodo, y no quiero convertirme en la persona aburridora con la que nadie quiere hablar”, afirmó el líder progresista en su transmisión semanal por redes sociales.
“Pero tengo muchas cosas que hacer y no quiero parar”, agregó el dirigente del Partido de los Trabajadores (PT) de 77 años y que en los últimos meses se ha quejado de seguidos dolores en la cadera.
Lula afirmó que en su agenda hay programadas varias reuniones internacionales a las que no quiere faltar y que el único momento en que tendría un hueco libre es en octubre.
Agregó que se está preparando para someterse a la cirugía en octubre y que por eso inició una dieta más severa y a hacer ejercicios de musculación debido a que ya no puede caminar ni en el andador.
Dijo igualmente que durante la cirugía y el tiempo que necesite para recuperarse de la operación Brasil será gobernado interinamente por su vicepresidente, Geraldo Alckmin, pero que está tranquilo porque confía mucho en la capacidad de su compañero de fórmula y debido a que el “engranaje” de su Gobierno ya está “funcionando muy bien”.
Lula explicó que siente dolores permanentes en la cadera y que los médicos le explicaron que se trataba de un problema en la cabeza del fémur provocada por la artrosis.
“Pero estoy como el futbolista que no quiere decirle al técnico que está con dolor para que no lo mande al banquillo. Tengo ese problema hace mucho tiempo y el médico me dijo que quien tenía que decidir cuándo tengo que operarme soy yo debido a que sólo yo sé el límite de mi dolor”, aseguró.
Agencia EFE