El presidente de la Unión Demócrata Cristiana -UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, pidió hoy a la Iglesia Católica que mantenga la unidad, la firmeza y la lucha en favor del bienestar de los dominicanos.
Apuntó que la renuncia del obispo Víctor Masalles de la diócesis de Baní, es un duro golpe a la integración de los cristianos a la lucha contra la legalización del aborto, y la invasión de haitianos ilegales al país.
Destacó que el Obispo Masalles nació en Barcelona, España, en el año 1961, pero ya en el 1965 sus padres se radicaron en el país y sus principales estudios y formación lo vivió en la República Dominicana.
Añadió que la iglesia, desde la salida del Cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, sufre una creciente falta de liderazgo y orientación, en estos momentos convulsos.
Pidió a la Conferencia del Episcopado Dominicano que mantenga en alto las medidas que aplicó el Cardenal López Rodríguez en defensa de los mejores intereses y valores del país.
Pero sobre todo es el instante de mantener la unidad, de evitar los fraccionamientos, de ahogar síntomas de disgustos internos, y de comprender que hay un compromiso con la feligresía cristiana y el país.
Resaltó que el obispo Masalles fue una voz clara y tronante en contra del aborto, y enfrentó las posiciones de feministas y congresistas que trataron de convertir en ley la suspensión de los embarazos.
Esa lucha todavía está presente y ante cualquier descuido o debilidad, los congresistas enemigos de la vida en cualquiera de sus manifestaciones la van a aprobar.
Hay luchas que continuar, tanto desde la iglesia, los partidos políticos, y las organizaciones sociales, ahora en que también se trata de llevar al Congreso proyectos de leyes que legalizarían el matrimonio del mismo sexo.
Apuntó que fue una medida desacertada que la procuraduría General de la República dispusiera que en los dispositivos judiciales sean las personas involucradas las que determinen y rubriquen a que sexo pertenecen.
O sea, que una mujer pueda identificarse con el nombre y el sexo masculino, y el hombre se identifique con nombres y señas de mujer, para que alegadamente tenga libertad de escoger su sexo y su libre albedrío.
Añadió que los dominicanos son eminentemente religiosos, católicos y evangélicos en su casi totalidad, y la Biblia habla bien claro de que no hay un tercer sexo, sino un hombre y una mujer. un padre y una madre.