Jimani.-Los comerciantes dominicanos que participan del mercado binacional en Jimaní aseguran que están de acuerdo con el cierre total de la frontera con Haití a partir del avance unilateral de la construcción del canal para desviar el río Masacre.
En conversación con Diario Libre, narran que ellos cuentan con justificaciones propias para querer que pongan control en la frontera: la quema de una granja de chivos en la Descubierta meses atrás propiedad de Aurin Dotel, vocera de la Asociación de Comerciantes del Mercado Binacional Jimaní Mal Paso. Allí murieron unos 300 chivos y el caso permanece abierto.
También la muerte a machetazos de Manuelsito Novas en Arroyo Blanco, Jimaní, y de la pareja dominicana compuesta por Francisco Cuevas Díaz y Rosa Medina Cuevas. Ambos acontecimientos ocurridos este año y aún sin aclarar por las autoridades.
Por los crímenes sin resolver, la alta presencia de haitianos pululando en el lado dominicano sin ninguna identificación, los dominicanos reconocen que es necesario poner controles a la frontera.
“La soberanía y la nación es lo primero, pero no nos dejen solos”, advierte Aurin Dotel.
La soledad a la que se refieren los productores es a la ausencia de agencias del Gobierno que los ayuden. Cuentan con decenas de furgones de productos perecederos de primera necesidad con más de un mes almacenados sin que se puedan vender.