Los analistas dicen que un cambio a favor de Israel ayuda en casa.
POR AIJAZ HUSSAIN Y SHEIKH SAALIQ
SRINAGAR, India (AP) — Desde las capitales occidentales hasta los estados musulmanes, las manifestaciones de protesta por la guerra entre Israel y Hamas han copado los titulares. Pero un lugar conocido por su abierta postura pro palestina ha estado notoriamente tranquilo: la Cachemira controlada por la India .
Las autoridades indias han prohibido cualquier protesta de solidaridad en Cachemira, de mayoría musulmana, y han pedido a los predicadores musulmanes que no mencionen el conflicto en sus sermones, dijeron residentes y líderes religiosos a The Associated Press.
Las restricciones son parte de los esfuerzos de la India para frenar cualquier forma de protesta que pueda convertirse en demandas para poner fin al gobierno de Nueva Delhi en la región en disputa.
También reflejan un cambio en la política exterior de la India bajo el gobierno del primer ministro populista Narendra Modi, alejándose de su apoyo de larga data a los palestinos, dicen los analistas.
India ha caminado durante mucho tiempo sobre la cuerda floja entre los bandos en conflicto, con vínculos históricamente estrechos con ambos.
Si bien la India condenó enérgicamente el ataque del 7 de octubre perpetrado por el grupo militante Hamas y expresó su solidaridad con Israel, instó a que se respete el derecho internacional humanitario en Gaza en medio de un aumento de las muertes de civiles.
Pero en Cachemira, permanecer en silencio es doloroso para muchos.
“Desde la perspectiva musulmana, Palestina nos es muy querida y esencialmente tenemos que alzar nuestra voz contra la opresión allí. Pero nos vemos obligados a guardar silencio”, dijo Mirwaiz Umar Farooq, un líder clave de la resistencia y clérigo musulmán.
Dijo que lo han puesto bajo arresto domiciliario todos los viernes desde el inicio de la guerra y que las oraciones de los viernes no han sido permitidas en la mezquita más grande de la región en Srinagar, la principal ciudad de Cachemira.
El sentimiento anti-India está profundamente arraigado en la región del Himalaya, dividida entre India y Pakistán y reclamada por ambos en su totalidad.
En 2019, Nueva Delhi eliminó la semiautonomía de la región , frenando drásticamente cualquier forma de disidencia, las libertades civiles y la libertad de prensa .
Los habitantes de Cachemira han mostrado durante mucho tiempo una fuerte solidaridad con los palestinos y a menudo organizaron grandes protestas antiisraelíes durante los combates anteriores en Gaza.
Esas protestas a menudo se convirtieron en enfrentamientos callejeros, con demandas de fin del gobierno de la India y decenas de víctimas.
Modi, un nacionalista hindú acérrimo, fue uno de los primeros líderes mundiales en expresar rápidamente su solidaridad con Israel y calificar el ataque de Hamás de “terrorismo”.
Sin embargo, el 12 de octubre, el Ministerio de Asuntos Exteriores de la India emitió una declaración reiterando la posición de Nueva Delhi en apoyo del establecimiento de un “Estado de Palestina soberano, independiente y viable, que viva dentro de fronteras seguras y reconocidas, al lado de Israel en paz”.
Dos semanas después, India se abstuvo durante la votación de la Asamblea General de las Naciones Unidas que pedía un alto el fuego humanitario en Gaza, una desviación de su historial de votación habitual.
Nueva Delhi dijo que la votación no condenó el ataque del 7 de octubre por parte de Hamás.
“Esto es inusual”, dijo Michael Kugelman, director del Instituto del Sur de Asia del Centro Wilson.
India “considera el ataque de Israel a Gaza como una operación antiterrorista destinada a eliminar a Hamás y no apuntar directamente a los civiles palestinos, exactamente de la misma manera que Israel ve el conflicto”, dijo Kugelman.
Añadió que, desde la perspectiva de Nueva Delhi, “tales operaciones no se detienen para lograr treguas humanitarias”.
El Ministro de Asuntos Exteriores de la India, Subrahmanyam Jaishankar, intentó justificar la abstención de la India.