Calles inundadas, vehículos dañados, escuelas afectadas y el clamor de los habitantes pidiendo ayuda es lo que se vive en Manoguayabo.
Tristeza, desesperanza y nostalgia son el reflejo en los rostros de los residentes del sector Manoguayabo, en Santo Domingo Oeste, tras ser afectados por las fuertes lluvias del pasado sábado, que provocaron la muerte de al menos tres personas en esa zona.
Calles inundadas, vehículos dañados, escombros, escuelas afectadas y el clamor de los habitantes pidiendo ayuda es lo que se vive en Manoguayabo, a tres días de ser afectados por los fuertes aguaceros.
Tres personas perdieron la vida en la calle Blasina Campusano en Manoguayabo, luego de que una pared colapsara y se inundara todo.
“Fue algo devastador, en un minuto lo perdimos todo; pero lo más penoso fue la muerte de nuestros tres vecinos”, expresó Carlos Genere, propietario de un taller de reparación y venta de vehículos y residente en la mencionada calle.
Ramona Montesino, otra de los afectados, aseguró que su esposo y ella perdieron millones de pesos, ya que tenían un taller de reparación y venta de vehículos.
“En mi casa no hay cama, la nevera se dañó, la lavadora, mi mamá no tiene en qué sentarse”, dijo. Agregó que tiene 29 años viviendo en esa comunidad y nunca había ocurrido un hecho de tal magnitud. Otros habitantes de esa zona expresaron que el Plan Social de la Presidencia los visitó.
“Nos trajeron unas funditas, comida cocida, nosotros se lo agradecemos, pero eso no es lo que necesitamos, ya que no tenemos ni estufa para cocinar”, manifestó Dulce Estévez.
César Nicolás, uno de los fundadores de esa zona, está a la espera de que alguna institución los ayude. “Las camas están sin colchón, necesitamos una pala mecánica para retirar los escombros, si vuelve y llueve estaremos en lo mismo otras vez”, afirmó.
Moradores del sector expresaron que ni siquiera con una semana de lluvia habían pasado por algo similar.
Las víctimas
“La noche del sábado la Defensa Civil vino cuando el agua bajó y ahí encontraron los cadáveres de nuestros vecinos; éramos una familia, tenemos más de 30 años viviendo aquí”, dijo Dominga García.
Aseguran que la cañada fue obstruida al ser tapada por la construcción del residencial Wester Tower y que esto fue lo que provocó las inundaciones.
Mientras que Margarita Galván perdió a su esposo y su suegra en ese terrible desastre. “Mi esposo se cansó de ir al ayuntamiento, poner denuncias, desde que comenzaron hacer el proyecto, pero nunca fue escuchado”, manifestó Galván.
“No vamos a dejar que echan la pared nuevamente, necesitamos una mano que nos ayude”, agregó.
Residentes de Arroyo Bonito se encuentran en las mismas condiciones y expresaron que tienen más de diez años reclamando arreglos de sus calles y alcantarillados.
“Hemos reclamado al ayuntamiento, a la CAASD, al Ministerio de Obras Públicas, estamos cansados”, dijo Michael Reyes, uno de los afectados, tras asegurar que “todas las calles se volvieron una, las cañadas se desbordaron, todo se dañó, mi computadora, mi trabajo final de monográfico se fue a pique”.
Reyes agregó que aquí hay un brote de dengue y lo único que piden es el arreglo de las calles, para que no se vuelvan a inundar y el virus del dengue no se propague.
Gleinys Méndez contó que tuvo que sacar a sus hijos por una ventana para subirlos al segundo nivel de su residencia, “a los dos segundo de subir ya todo estaba repleto de agua”.
Mientras que Juan Aguiar, propietario de una ferretería que también fue inundada, dijo que fue una desesperación muy grande; “tengo veinte años viviendo aquí y primera vez que pasa algo así, por suerte mi esposa y yo logramos salir cuando el agua nos estaba dando por la cintura”.
Francisco Minaya, otro residente de Manoguayabo, dijo que dejó su camioneta en una esquina, pero fue arrastrada por las fuertes lluvias y la perdió.