Los equipos de rescate han activado un plan B que se podría demorar un mes para sacar a los operarios de la montaña en la que ya acumulan dos semanas.
Adrián Foncillas
Pekín.-. El último contratiempo ha sumado varios capítulos a la epopeya del túnel indio cuando ya se escribía su colofón. Los equipos de rescate han activado el plan B que podría demorar un mes la salida de los 41 trabajadores del interior de la montaña en la que ya acumulan dos semanas.
Se trabaja ahora en la perforación vertical tras encadenar reveses la horizontal a pesar de que ésta se prefería por rápida y segura.
Una pared de 57 metros de rocas, cemento y metal separa a los trabajadores de la boca del túnel. Su solidez ha sorprendido a los expertos y jubilado ya tres perforadoras.
La llegada en aviones militares desde Nueva Delhi (India) de la última, un poderoso mastodonte de tecnología estadounidense, estimuló las crónicas victoriosas.
Avanzaba ligera el jueves en la última docena de metros y pronosticaban las autoridades el éxito en “unas horas” cuando se quebró la plataforma que la sujetaba. Al día siguiente, ya reparada, un obstáculo metálico rompió sus hojas.
El dictamen llegó de Arnold Dix, experto y supervisor de la misión sobre el terreno: “Está rota, no se puede reparar. La montaña ha resistido a la máquina una vez más”. Ya ha sido retirada y las labores son ahora manuales, más arduas y lentas, sin una idea clara de cuándo podrá colocarse la tubería de 90 centímetros por la que debían deslizarse los trabajadores al exterior.
Así que el domingo activaron los equipos de rescate una de las vías alternativas. Consiste en horadar la montaña desde la colina boscosa bajo la que se construía el túnel. La opción vertical se despreció hasta que la horizontal encadenó percances.
Implica perforar un centenar de metros, el doble que la segunda, hasta despejar el pozo por el que serán izados los trabajadores en cubos. Pero, especialmente, es más peligrosa, y no sólo para los atrapados.
Las vibraciones podrían desestabilizar el terreno y provocar más desprendimientos en una zona habitada y que los colecciona.
Varias perforaciones
Más de una treintena de metros han sido perforados ya en un par de días y las proyecciones apuntan al jueves si todo va bien. Pero el condicional es preceptivo y la fragilidad de la montaña exige tacto. Las autoridades han admitido que podrían ser semanas y también Dix ha sido cauto.
“Puede llevar algún tiempo, quizás incluso un mes (…) Acelerar el proceso no es recomendable. La prioridad es el regreso seguro de esos hombres y confío en que estarán en casa en Navidades”, ha dicho.
Esos 41 hombres, inmigrantes laborales de provincias rurales, siguen atrapados en un segmento de dos kilómetros de largo por nueve de alto. Se han comunicado con los funcionarios de rescate y sus familiares con walkie talkies y recibido oxígeno, pequeños alimentos, agua y medicinas a través de una minúscula cañería.
También les han enviado dos teléfonos móviles y tarjetas de memoria con películas indias y juegos electrónicos, según la agencia Reuters. Los médicos les han recomendado paseos por la galería, yoga, meditación y charlas con los compañeros para combatir la ansiedad y no han sido consignados problemas más serios que mareos y vómitos.
Más de una docena de médicos, psicólogos incluidos, hablan con ellos y monitorizan su salud desde la boca del túnel. En las tripas de la montaña están a salvo de las temperaturas heladoras del Himalaya.
Las tormentas y nevadas que se esperan en los próximos días podrían entorpecer las tareas de rescate aunque las autoridades sostienen que sabrán lidiar con el problema.
El túnel de cinco kilómetros integra el controvertido proyecto Char Dham que pretende mejorar las conexiones con los célebres santuarios hindúes y las estratégicas regiones fronterizas con China.
El primer ministro y nacionalista hindú, Narendra Modi, lo ha defendido frente a los que alertaban de la debilitación del subsuelo.
El panel de expertos que investiga el desastre ya aclaró el viernes que el túnel carece de salida de emergencia y estaba siendo construido sobre una falla geológica.
Fuente www.epe.es