Acosta Moreta pide prevenir la delincuencia ejecutando políticas de inclusión social.
El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, consideró hoy que la mejor prevención para evitar que las cárceles estén llenas de violadores de las leyes, es levantar el respeto al derecho del prójimo, ejecutar profundas políticas de inclusión social e impartir la moral y cívica en la educación básica.
Hablando en un almuerzo con presos de la Penitenciaría Nacional de La Victoria, aseveró que las cárceles están creadas para purgar la pena y regenerar a las personas que en un determinado momento violaron la ley, y deben ser castigados de acuerdo al dictamen del juez, pero en los recintos hay que respetar la seguridad física de los internos.
Añadió que cuando un joven de 18 años cae en las garras del delito, también hay que revisar a la sociedad y ver las razones de que a tiempo no tomará las medidas de prevención. Hay que mejorar una sociedad donde se prevenga para que se ponga fin a las desigualdades sociales, que generan una marginalidad, y fomentan el delito.
Conversando con los internos de La Victoria, Luis “El Gallo” abogó por que haya un sistema de justicia imparcial, que se encargue de aplicar las penas por el delito cometido, y si una persona es inocente, que se le ponga en libertad y no se le fiche antojadizamente.
Todos los años Luis “El Gallo celebra las navidades con internos de las distintas cárceles del país, la fiesta anterior se celebró en la cárcel de Rafey, de internas y internos en esta ocasión le tocó a la Penitenciaría Nacional de La Victoria. Fue acompañado por trabajadores sociales, y activistas religiosos.
La Banda Imperial de la UDC amenizó el momento con música popular y propia de las tradiciones navideñas, en un momento de hermandad y alegría entre los internos de La Victoria.
Luis “El Gallo”, al brindar con los presos, les dijo hoy vengo como amigo, como una mano solidaria, no estoy aquí para juzgar a nadie, sino a traerles alegría y a pedirles que luchen desde estos barrotes por alcanzar la reinserción en la sociedad.
Los presos fueron agasajados con una comida típica, que consistió en cerdo en puya, moro de guandules, pasteles en hoja, spaguetis, dulce navideños, refrescos y golosinas variadas.