Dios amoroso y misericordioso, en este día nos acercamos a Ti con humildad y gratitud en nuestros corazones.
Te pedimos que nos limpies cada día más, que purifiques nuestras mentes, corazones y acciones. Reconocemos que somos imperfectos y necesitamos de tu gracia y perdón constantemente.
Danos la fortaleza necesaria para ser obedientes a tu voluntad en todo momento.
Sabemos que a veces es difícil mantenernos firmes en medio de las tentaciones y desafíos de la vida, pero confiamos en tu poder para sostenernos y guiarnos por el camino correcto.
Permítenos sentir tu presencia a nuestro lado en cada paso del camino.
Que tu Espíritu Santo nos guíe y fortalezca, recordándonos tu amor incondicional y tu llamado a vivir vidas santas y obedientes.
Ayúdanos a ser testigos fieles de tu gracia y amor, compartiendo tu mensaje de esperanza y redención con aquellos que nos rodean.
Que cada día que pasa nos acerquemos más a ti, transformados por tu amor y renovados en tu gracia.
En el nombre de tu amado Hijo, Jesucristo, oramos.
Amén.