Por: Joselito Feliz
La expresión “matapollo” se refiere a un golpe contundente dado con la palma de la mano en la espalda, produciendo un sonido tan característico que cualquiera que lo escuche sin verlo, sabrá lo que ocurrió. Este mismo golpe lo ha recibido nuestro país con el reciente y significativo aumento del precio del pollo.
Sin una explicación lógica aparente, el precio de la libra de pollo ha alcanzado entre 90 y 100 pesos. La única justificación ofrecida por el Ministro de Agricultura, Limber Cruz, es que el incremento se debe al calor, y que el problema se resolverá en 15 días.
Sin embargo, la realidad es más compleja. El aumento del precio del pollo se debe a dos razones fundamentales:
- Cierre de la Frontera Dominico-Haitiana: La decisión del gobierno de cerrar la frontera quebró a decenas de pequeños y medianos productores de pollo en todo el país.
- Concentración del Mercado: Esta acción provocó una mayor concentración de la oferta de pollos en manos de menos empresas. Además, el consumo de pollo cayó debido a los bajos ingresos de la población, lo que llevó a los productores a reducir la cantidad de pollos en el mercado para forzar un aumento de precios.
Contrario a lo que el gobierno afirma, el calor no es la causa principal del aumento de precios, ya que más del 85% de la producción de pollos se realiza en granjas equipadas con aire acondicionado.
Es crucial encontrar una solución a esta problemática, ya que el pollo es una de las carnes más consumidas y esenciales en la dieta del pueblo dominicano. Sin embargo, las autoridades actuales, en sus cuatro años de gestión, han ofrecido constantemente excusas mientras el pueblo soporta las consecuencias de sus deficiencias.
No podemos olvidar la falta de asistencia técnica. Este gobierno canceló más de 700 técnicos agrícolas, lo que permitió la entrada de la Peste Porcina Africana, destruyendo más del 70% de la producción nacional.
Tampoco podemos olvidar el privilegio a las importaciones de productos agropecuarios, en detrimento de los productores nacionales. Estas importaciones han aumentado en más de 2 mil millones de dólares durante este gobierno. En 2019, se importaron productos por un valor de 3,131 millones de dólares, mientras que en 2023, la cifra superó los 5 mil millones de dólares.
Además, la reducción de las raciones asignadas por el INABIE a las cooperativas de ganaderos es otra preocupación. Estas raciones han disminuido de 890 mil en 2019 a menos de 500 mil en la actualidad.
Finalmente, la reciente caída de las exportaciones de productos como guineo, mango y ajíes también refleja una gestión ineficaz en el sector agropecuario.
Es imperativo que las autoridades adopten medidas efectivas para estabilizar el mercado y apoyar a los productores nacionales, asegurando que el precio del pollo y otros alimentos esenciales no sigan siendo un golpe devastador para el pueblo dominicano.