Las lluvias torrenciales en China se han cobrado más de 150 vidas en dos meses

BEIJING (AP) — Aludes de tierra e inundaciones han matado a más de 150 personas en toda China en los dos últimos meses, en los que lluvias torrenciales han castigado la región.

En el desastre más reciente, una inundación y un alud de lodo registrados el sábado en una zona montañosa del Tíbet, en la provincia de Sichuan, dejaron nueve muertos y 18 personas aún desaparecidas, según medios estatales.

El siniestro ocurrido de madrugada destruyó casas y mató al menos a seis personas en el poblado de Ridi, según la agencia de noticias Xinhua. Dos personas más murieron y ocho estaban desaparecidas en la zona después de que un puente entre dos túneles se derrumbara y cuatro vehículos cayeran al vacío.

China está en plena temporada de inundaciones, que va de mediados de julio a mediados de agosto, y las autoridades chinas han reiterado que el gobierno debe reforzar la preparación contra desastres conforme el tiempo extremo se vuelve más habitual.

Los datos históricos muestran que la frecuencia del calor y las precipitaciones extremas ha subido en China, según indicó el mes pasado un reporte anual del gobierno sobre clima citado por la televisora estatal CCTV.

El lunes había un aviso por calor activo en partes del este de China, donde se esperaban temperaturas de 40 grados Celsius (104 Fahrenheit) en varias ciudades, como Nanjing, y 37 ºC (98 ºF) en la vecina Shanghái, en la costa.

Desde junio se han producido una sucesión de tormentas letales.

Al menos 48 personas murieron y 35 desaparecieron la semana pasada en la provincia de Hunan tras varios días de lluvias intensas al paso del tifón Gaemi, que se debilitó a tormenta tropical tras tocar tierra en China hace unos 10 días.

Las autoridades dijeron el viernes que la cifra de muertes de una tormenta anterior en julio que derribó un tramo de un puente en la provincia de Shaanxi en plena noche había subido a 38 personas, con otras 24 aún desaparecidas.

Al menos 25 autos cayeron a un río crecido que arrastró a algunos de ellos a gran distancia.

A mediados de junio, al menos 47 personas murieron en inundaciones y deslaves tras unas precipitaciones extremas en la provincia de Guangzhou. Seis personas más murieron en la vecina provincia de Fujian.

Las lluvias intensas también se han cobrado cientos de vidas en otros lugares de Asia este verano, con sucesos como aludes devastadores que mataron a más de 200 personas en el sur de India la semana pasada.

Los restos del tifón Gaemi también anegaron el nordeste de China y Corea del Norte y desbordaron el río Yalu que las divide. El agua invadió ciudades, pueblos y campos de cultivo.

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