La Suprema Corte de Justicia (SCJ) descargó al exministro de Obras Públicas, Víctor Díaz Rúa, de todas las acusaciones en su contra relacionadas con el caso Odebrecht.
La decisión fue anunciada por su abogado Miguel Valerio, quien aseguró que esto demuestra su inocencia y que no se encontraron pruebas para sostener las falsas acusaciones.
“En el día de hoy la Suprema Corte de Justicia dio por finalizado el caso Odebrecht y tomó en consideración nuestro recurso de casación interpuesto a nombre el ingeniero Víctor Díaz Rúa, absolviéndolo porque la acusación no pudo ser probada”, declaró.
Mediante la sentencia número SCJ-SS-24-0969, en su artículo dos, la Suprema Corte de Justicia declaró la absolución de Víctor Díaz Rúa respecto de los hechos atribuidos “por no haberse probado la acusación, como lo manda el artículo 337 numeral 1 del Código Procesal Penal”.
Esta sentencia está firmada por los magistrados: Francisco Antonio Jerez Mena, Nancy I. Salcedo Fernández, Fran Euclides Soto Sánchez y María G. Garabito Ramírez.
Valerio manifestó que, desde el primer momento de la acusación, la defensa había planteado que Díaz Rúa no había recibido sobornos de Odebrecht y eso se evidenció durante todo el proceso.
Precisó que el primer punto importante para el logro el descargo fue la sentencia de la magistrada Miriam German, hoy procuradora general de la República, la cual indicaba que ese expediente no tenía fundamento.
“Y segundo, en los mismos interrogatorios que se realizaron a los dependientes de Odebrecht cuando fueron al Primer Tribunal Colegiado en primera instancia, y por eso se logró que la calificación de soborno se absolviera”, expresó.
Añadió que: “En segundo grado, en apelación un voto disidente ya decía que el expediente no tenía asidero y en casación, la Suprema Corte de Justicia confirmó lo que todos sabíamos, que el ingeniero Víctor Díaz Rúa no recibió sobornos de Odebrecht en la ejecución de las obras que ellos contrataron en el país y que las declaraciones patrimoniales fueron realizadas conforme a la ley del momento que era la del año 1978”.
El Ministerio Público acusaba a Díaz Rúa de haber recibido sobornos por parte de esa empresa y que su declaración jurada de patrimonio había sido alterada para ocultar bienes.
Acorde al jurista Miguel Valerio, con esta decisión la SCJ demostró que ambas acusaciones eran falsas y por esto lo absolvió de toda responsabilidad penal.
“Para la sociedad en sentido general esto significa que hay que confiar en la justicia y que los tiempos de la justicia son perfectos. Duramos ocho años en demostrar la inocencia del ingeniero Díaz Rúa y ya hoy tenemos la de sentencia absolutoria”, concluyó Valerio.