Jefe de la diplomacia iraní dice que ataque de EEUU a sitios nucleares complica las conversaciones

POR DAVID RISING
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — El jefe de la diplomacia de Irán afirmó que la posibilidad de celebrar nuevas negociaciones con Estados Unidos sobre el programa nuclear de Teherán se ha “complicado” debido al ataque de Washington a tres de sus instalaciones, lo que causó “daños graves”, admitió.
Estados Unidos fue una de las potencias que firmó el acuerdo nuclear de 2015 por el que la República Islámica aceptó limitar su programa de enriquecimiento de uranio a cambio de un alivio de las sanciones y otros beneficios.
La iniciativa colapsó cuando el Donald Trump decidió retirar unilateralmente a Washington del pacto durante su primer mandato. Trump ha sugerido que está interesado en nuevas conversaciones con Irán y dijo que ambas partes se reunirían la próxima semana.
En una entrevista emitida el jueves por la noche en la televisión estatal iraní, el ministro de Exteriores, Abbas Araghchi, dejó abierta la posibilidad de que el país vuelva a entablar conversaciones sobre su programa nuclear, pero sugirió que no sería en un futuro próximo.
“No se ha llegado a ningún acuerdo para reanudar las negociaciones”, aseveró. “No se ha fijado ninguna fecha, no se ha hecho ninguna promesa y ni siquiera hemos hablado de reiniciar las conversaciones”.
La decisión estadounidense de intervenir militarmente “hizo más complicadas y difíciles” las conversaciones sobre el programa nuclear iraní, afirmó Araghchi.
En las oraciones del viernes, muchos imanes hicieron hincapié en el mensaje lanzado en la víspera por el líder supremo del país, el ayatolá Ali Jamenei: que la guerra había sido una victoria para Irán.
El clérigo Hamzeh Khalili, que también funge como vicepresidente del Tribunal Supremo de Irán, prometió durante un servicio religioso en Teherán que la justicia procesará “de manera especial” a los acusados de espiar para Israel.
Durante la breve guerra con Israel, la República Islámica ahorcó a varias personas que ya estaban presas por cargos de espionaje, lo que llevó a los activistas a preocuparse por una posible oleada de ejecuciones después de que terminara el conflicto.
Según los reportes, las autoridades han detenido a docenas en varias ciudades acusadas de cooperar con Israel.
Israel atacó Irán el 13 de junio, dirigiendo su implacable ofensiva contra instalaciones nucleares, sistemas de defensa, altos cargos militares y científicos nucleares.
En 12 días de ataques, Israel dijo que mató a unos 30 comandantes iraníes y 11 científicos nucleares, y golpeó ocho instalaciones relacionadas con la actividad nuclear y más de 720 sitios de infraestructura militar.
Más de 1.000 personas perdieron la vida, incluyendo al menos 417 civiles, según el grupo Activistas de Derechos Humanos, con sede en Washington.
Irán lanzó más de 550 misiles balísticos a Israel, la mayoría de los cuales fueron interceptados, pero los que lograron superarlas causaron daños en muchas zonas y mataron a 28 personas.
El portavoz militar israelí, el general de brigada Effie Defrin, dijo el viernes que en algunas zonas se habían superado sus objetivos operativos, pero era necesario mantener la vigilancia.
“No nos hacemos ilusiones, el enemigo no ha cambiado sus intenciones”, aseveró.
Estados Unidos intervino el domingo para golpear las tres instalaciones nucleares más importantes de la República Islámica con una oleada de misiles de crucero y bombas antibúnker, que se lanzaron desde bombarderos B-2 y están diseñadas para penetrar bajo la superficie y alcanzar objetivos fuertemente blindados.
En represalia, Teherán disparó misiles contra una base estadounidense en Qatar el lunes, pero no se reportaron bajas.
Trump afirmó que la campaña estadounidense “destruyó por completo” el programa nuclear iraní, aunque Jamenei, acusó el jueves al presidente estadounidense de exagerar los daños y apuntó que los ataques no “lograron nada significativo”.
Se ha especulado con que Irán trasladó gran parte de su uranio altamente enriquecido antes de los ataques, algo que había comunicado a la agencia de control nuclear de Naciones Unidas, el Organismo Internacional de Energía Atómica, que planeaba hacer.
Aunque eso fuera cierto, el director del OIEA, Rafael Grossi, dijo en declaraciones a Radio France International que los daños registrados en Fordo, ubicado en el interior de una montaña, eran “muy, muy, muy considerables”.
Entre otras cosas, dijo que las centrifugadoras son “máquinas bastante precisas” y que “no es posible” que el impacto de varias bombas de 30.000 libras no haya causado “daños físicos importantes”.
“Estas centrifugadoras ya no están operativas”, señaló.
El propio Araghchi reconoció que “el nivel de daños es elevado y se trata de daños graves”.
Irán aún no ha decidido si permitirá la entrada de inspectores del OIEA para evaluar los daños, agregó indicando que, “por el momento”, no se les permitiría el acceso.