
GUYANA.- El presidente dominicano Luis Abinader destacó este miércoles que la biodiversidad no es un lujo ni un concepto abstracto, sino la base de la seguridad alimentaria, la salud y el bienestar económico de los pueblos y afirmó que defenderla es un imperativo ético y una condición para la paz y la prosperidad.
Durante su participación en la Cumbre de la Alianza Global por la Biodiversidad, el mandatario dominicano alertó sobre el impacto del sargazo, una amenaza creciente que afecta la vida marina, la salud costera, el turismo y la pesca artesanal.
Propuso que se declare como una prioridad regional, al tiempo que, invitó a la Alianza a promover acciones conjuntas y movilizar cooperación científica, técnica y financiera para transformar este desafío en una oportunidad sostenible.
Exhortó a que esta entidad se convierta en una fuerza impulsora de soluciones reales, medibles y sólidamente financiadas, con equidad para los países del Sur Global y en particular para los pequeños Estados insulares en desarrollo.
«Que esta Cumbre marque el inicio de un movimiento global que combine visión y acción, con metas claras, indicadores de progreso y mecanismos efectivos de rendición de cuentas», manifestó.
Subrayó que, como un Estado insular en desarrollo, que conoce de cerca la fragilidad de los ecosistemas, en la República Dominicana han asumido el compromiso del Marco Global de Biodiversidad de Kunming-Montreal y lo han integrado en la Estrategia Nacional para la Conservación y Uso Sostenible de la Biodiversidad, respaldada por un Plan de Acción para el período 2025-2035.
«Estamos avanzando con acciones concretas: hemos fortalecido nuestro Sistema Nacional de Áreas Protegidas y, para el 2030, alcanzaremos la meta global del 30% de protección terrestre y marina. Ya hemos declarado el Santuario Marino Orlando Jorge Mera y ampliado los Santuarios de Mamíferos Marinos de Bancos de la Plata y La Navidad. Estas acciones no son solo logros ambientales; son un acto de justicia intergeneracional», manifestó.
Al mismo tiempo, resaltó, promueve la restauración de cuencas hidrográficas, manglares, humedales y arrecifes de coral, impulsando bioeconomías locales y reconociendo el verdadero valor de nuestro capital natural. «Todo esto lo hacemos con un enfoque centrado en las personas: colocando a las comunidades más vulnerables en el centro y apostando por un desarrollo inclusivo».