Por Steven Grattan

BOGOTÁ, Colombia (AP) — La policía brasileña, con el apoyo de la Interpol, destruyó cientos de dragas utilizadas en la minería ilegal de oro a lo largo del río Madeira, en una de las mayores operaciones coordinadas hasta la fecha contra las redes criminales que operan en la cuenca del Amazonas.

La agencia policial internacional informó que sus agentes desmantelaron 277 plataformas mineras flotantes con un valor estimado de 6,8 millones de dólares. Al considerar las pérdidas de oro, equipo y daños ambientales, las autoridades estimaron que el golpe financiero total para los grupos del crimen organizado asciende a unos 193 millones de dólares.

El río Madeira, uno de los mayores afluentes del Amazonas, fluye desde los Andes a través de Bolivia hacia el norte de Brasil antes de unirse al río Amazonas principal, una zona que desde hace mucho tiempo sufre la minería ilegal y los delitos ambientales.

Los operativos fueron dirigidos por la División Amazonía y Protección del Medio Ambiente de la Policía Federal de Brasil, una unidad especial dedicada a combatir los delitos ambientales, con el apoyo de un nuevo centro de coordinación regional que vincula a las fuerzas del orden de varios países amazónicos.
Más de 100 agentes utilizaron datos satelitales para mapear 400 kilómetros cuadrados (155 millas cuadradas) de zonas forestales y fluviales devastadas por la minería, informó Interpol el lunes.

Interpol, la organización internacional que ayuda a las fuerzas policiales de casi 200 países a compartir información y coordinar operaciones, afirmó que esta ofensiva se basa en una serie de misiones transfronterizas recientes en América Latina dirigidas a la minería ilegal de oro, la tala ilegal y el tráfico de vida silvestre. Estos delitos figuran entre las principales causas de la deforestación y la contaminación de los ríos en la Amazonía, y a menudo financian amplias redes del crimen organizado.

La operación se produce apenas unas semanas antes de que los líderes mundiales se reúnan en la ciudad norteña brasileña de Belém para la COP30, donde se espera que Brasil destaque sus esfuerzos para frenar la destrucción del Amazonas y la minería ilegal.

“Esta operación marca un nuevo capítulo en nuestro esfuerzo colectivo por proteger la Amazonía”, dijo en un comunicado el secretario general de Interpol, Valdecy Urquiza, calificándola de prueba de que la cooperación regional puede atacar las redes financieras que están detrás de los delitos ambientales.

Interpol informó que oficiales de enlace de Bolivia, Brasil, Colombia, Guyana, Perú y Surinam participaron en la operación, aunque no especificó cuándo tuvo lugar.

Las autoridades informaron que se recolectaron muestras de sedimentos y otros materiales para su análisis forense con el fin de determinar su origen y detectar sustancias peligrosas como mercurio y cianuro. También se realizaron pruebas a los residentes para detectar una posible exposición a sustancias tóxicas relacionadas con las actividades de extracción de oro.

La Policía Federal de Brasil afirmó que las investigaciones de seguimiento tienen como objetivo identificar y procesar a los financistas y cabecillas detrás del comercio ilícito de oro, no solo a los mineros, que a menudo son explotados en el proceso.