
Geólogo le dedica un mensaje lleno de ciencia, fe y poesía.
Falleció este lunes, a la edad de 91 años, la madre del geólogo dominicano Osiris de León, Roilda Ismaela de León, a quien él despidió con un emotivo mensaje en su red social X.
En su escrito, el científico fusiona la ciencia con la espiritualidad para rendir tributo a quien describió como “una mujer de paz que llegó a la Tierra en tiempos de guerra”.
“Hoy se ha marchado en paz, en viaje ligero, pero muy largo, de regreso al lejano mundo de donde vino con el encargo de luchar contra las guerras de esta Tierra”, expresó De León, en una reflexión que combina simbolismo bíblico y referencias astronómicas.

El geólogo destacó que “Polvo eres, y en polvo te convertirás” tiene también un fundamento científico, al relacionarlo con el polvo interestelar y las explosiones de supernovas, resaltando así su visión del ciclo cósmico de la vida.
El mensaje, cargado de ternura y profundidad, ha conmovido a cientos de dominicanos en redes sociales por su forma de unir la ciencia de las estrellas con la fe en la eternidad del alma, despidiendo a su madre como “una luz que brillará eternamente en el cielo y en la memoria de su hijo”.
Fallece en Nueva York la señora Roilda Ismaela de León, madre del geólogo Osiris de León

Con profundo pesar, el reconocido geólogo Osiris de León informó el fallecimiento de su madre, Roilda Ismaela de León, ocurrido en la ciudad de Nueva York.
Con profundo pesar, el reconocido geólogo Osiris de León informó el fallecimiento de su madre, Roilda Ismaela de León, ocurrido en la ciudad de Nueva York.
La noticia fue compartida por De León a través de su cuenta de X.
“Hoy se ha marchado en paz, en viaje ligero, pero muy largo, de regreso al lejano mundo, de donde vino con el encargo de luchar contra las guerras de esta Tierra, por toda esa paz, esta hermosa Tierra, que fue hecha de polvo cósmico y gas. Hoy despide a una preciosa madre que vino desde el polvo interestelar, y hoy regresa al polvo celestial.”

Roilda Ismaela deja en orfandad a sus hijas Rosa Elena Meléndez de León y Marianela de León, además de sus nietos Alvin Osiris de León, Angie Elena de León, Stephanie Marie de León, Ámbar Ramírez de León y Bryan Ramírez de León.
Los actos fúnebres se realizarán en Ortiz Funeral Home, ubicada en el 524 Southern Blvd, Bronx, NY 10455, el jueves 6 de noviembre, de 4:00 p.m. a 8:00 p.m.. El sepelio está programado para la mañana del viernes 7 de noviembre en el Saint Raymond Cemetery, localizado en el 2600 Lafayette Ave, Bronx, NY 10465.
A continuación integro de la despedida de Osiris a su madre: Ismaela
Llegó al planeta Tierra,
en tiempos convulsos de cruenta guerra,
aunque siempre llevó vida de paz,
Y con todos compartió su paz.
Hoy se ha marchado en paz,
en viaje ligero, pero muy largo,
de regreso al lejano mundo,
de donde vino con el encargo,
de luchar contra las guerras de esta Tierra.
Y por toda esa paz,
esta hermosa Tierra,
que fue hecha de polvo cósmico y gas,
hoy despide a una preciosa madre
que vino desde el polvo interestelar,
y hoy regresa al polvo celestial.
Polvo eres,
y en polvo te convertirás,
dijo un día el cura,
al leer la sagrada escritura,
Pero esa expresión,
que en la infancia aparentaba locura,
tiene fundamento científico,
en el polvo interestelar,
por explosión de supernovas,
y estrellas de neutrones,
donde átomos de carbono, moléculas de silicatos,
y metales preciosos,
se esparcen por los confines del universo,
para dar vida a nuestro cosmos.
Desde ahí vino ella,
desde una estrella de neutrones,
donde abundan metales preciosos, como ella,
y hacia allá regresa hoy,
después de dar 91 vueltas alrededor del Sol,
curvando el espacio-tiempo,
y emprendiendo, como Moisés,
el Éxodo hacia la celestial tierra prometida,
repitiendo su parada en Ismailia,
donde una vez recogió su hermosa etiqueta nominal,
antes de proceder a cruzar,
el tramo de juncos del Rojo mar.
Fue allí donde Moisés,
abrió sus brazos,
para pedir a su Dios,
abrir el somero mar,
para que el pueblo pudiera,
de forma segura cruzar.
Y es que ella estuvo allí, milenios atrás,
y mientras cruzaba el mar con su hermosa etiqueta nominal,
Ismaela recordaba que el pueblo de Ismailia adoraba a un Dios, de nombre Osiris,
y prometió a Dios,
que si volvía a nacer,
a su primer hijo le pondría el mismo nombre del Dios del pueblo de Ismailia.
Y así lo cumplió,
cuando volvió a nacer en La Tierra,
miles de años después.
Hoy se marcha,
con su frente en alto,
por meta cumplida,
pasando por el pueblo de Ismailia,
para devolver su etiqueta nominal terrenal,
la que durante 91 años llevó, con el orgullo y “la Merced”,
de su madre Mercedes,
todo en convergencia universal, donde nada es casual:
Mercedes, Ismaela, Osiris,
una familia, un propósito, un amor, una dedicación, un servicio, y una entrega a un pueblo y a un país.
Ve en paz,
tal y como llegaste,
que yo te seguiré
cuando Dios me lo pida,
y allí te abrazaré
como tú me abrazabas,
allí te besaré
como tú me besabas,
allí te adoraré
como tú me adorabas,
y allí te cuidaré
como tú me cuidabas.
Ve a tu estrella celestial,
desde donde un día llegaste,
a este espacio terrenal,
y cada noche,
cuando yo mire al cielo,
allí te veré,
y por tu brillo inconfundible
te reconoceré,
y sabré que eres tú,
pues allí no habrá otra estrella
que brille tanto como tú,
porque en esta hermosa Tierra,
donde un día llegaste,
tú siempre brillaste.
Ve con la misma paz,
con la que un día llegaste.

