Dice sentirse tranquilo y feliz por el ministerio sacerdotal que ha ejercido durante más de cuatro décadas.

La Santa Sede retiró a monseñor Francisco Ozoria sus principales facultades administrativas y de gestión por una supuesta mala administración, según reveló este miércoles el propio jerarca católico, quien quedó con el título honorífico de arzobispo.

“Según las Letras Apostólicas, se me suspende por mala administración. Así hay que entenderlo. Nunca se me amonestó o advirtió”, expresó Ozoria en una carta.

De acuerdo al portal web «SIN», el prelado explicó que había solicitado al Vaticano el nombramiento de un arzobispo coadjutor, pero se sorprendió al conocer que el nuevo arzobispo coadjutor designado por la Santa Sede fue investido con “facultades especiales exclusivas” para el manejo del patrimonio diocesano, las cuestiones económico-financieras y la gestión del clero y del personal eclesiástico.

Pese a esto, dijo sentirse tranquilo y feliz por el ministerio sacerdotal que ha ejercido durante más de cuatro décadas y aseguró haber servido a la Iglesia “con humildad y sencillez”.

A Ozoria se le suspende la potestad de gobierno sobre dichos ámbitos a partir de la toma de posesión canónica del nuevo arzobispo coadjutor.

Monseñor Francisco Ozoria entiende que fue suspendido

Explicó que la Santa Sede nombró a un arzobispo coadjutor con “facultades especiales”.

El arzobispo metropolitano de Santo Domingo, monseñor Francisco Ozoria Acosta, entendió en una carta dirigida a sus fieles que ha sido suspendido de la administración del patrimonio y los asuntos económicos de la arquidiócesis.

Aquí la carta enviada por Ozoria a sus feligreses.

A todos mis hermanos y amigos, a quienes quiero y me quieren sinceramente.

Con la noble finalidad de garantizar una continuidad del trabajo realizado, iluminado por las líneas pastorales que nos propone la Iglesia en su doctrina: comunión, participación, descentralización, corresponsabilidad y sinodalidad, cuando cumplí 73 años de edad (2 años antes de mi retiro), solicité vía la Nunciatura Apostólica, el nombramiento de un Arzobispo Coadjutor.

Según esto, a mí me han dejado sólo el título de “Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo”. Lo que menos me ha gustado, los títulos.

Estoy contento y feliz de mi ministerio sacerdotal ejercido con amor a la Iglesia (47 años de Ordenado Sacerdote, 28 años de Obispo), sirviendo incondicionalmente a Dios y a la Iglesia, en humildad y sencillez. He servido a la Iglesia en fidelidad y obediencia.

Según las Letras Apostólicas, se me suspende “por mala administración”, así hay que entenderlo. Nunca se me amonestó o advirtió.

En mi oficio de enseñar y santificar, tengo la satisfacción del deber cumplido. Dios es fiel y conoce mi conciencia. Ahí están los resultados.

A lo largo de estos años de servicio pastoral, he tenido muy presente las palabras de mi querido Padre Monseñor Jesús María de Jesús Moya, cuando le comuniqué del nombramiento de Obispo de la nueva Diócesis de San Pedro de Macorís: “el Obispo debe tener vocación de mártir”.

Recuerdo también las palabras del Prefecto del Dicasterio para los Obispos, el Cardenal Marc Ouellet, en una visita de cortesía habló de unas acusaciones contra mí.

Al terminar me dijo: “Usted tiene muchos enemigos”. Han vencido los enemigos.

Acepto en obediencia la decisión de la Iglesia. Yo me debo a la Iglesia, amo la Iglesia y obedezco a la Iglesia.

Gracias por acompañarme en el ministerio. Gracias por sus oraciones.

En Jesús, Buen Pastor, les bendice

Francisco Ozoria Acosta, arzobispo metropolitano de Santo Domingo. Primado de América.