
POR JON GAMBRELL
DUBÁI, Emiratos Árabes Unidos (AP) — Irán incautó el viernes un petrolero con bandera de las Islas Marshall cuando navegaba por el estrecho de Ormuz, según un funcionario de Estados Unidos, y desvió el buque hacia sus aguas territoriales en el primer incidente de este tipo en meses en la estratégica vía marítima.
Irán no reconoció de inmediato la captura, que se produjo luego de que Teherán aumentase sus advertencias sobre posibles contraataques tras librar una guerra de 12 días contra Israel en junio, durante la cual Estados Unidos atacó sitios nucleares en la República Islámica.
El barco, el Talara, había salido de Ajman, en Emiratos Árabes Unidos, rumbo a Singapur cuando fue interceptado por las fuerzas iraníes, explicó el funcionario de defensa estadounidense, que habló bajo condición de anonimato para discutir asuntos de inteligencia.
Un dron MQ-4C Triton de la Armada de Estados Unidos había estado sobrevolando la zona donde se encontraba el petrolero durante horas el viernes observando la captura, según mostraron los datos de seguimiento de vuelos analizados por The Associated Press.
Una empresa de seguridad privada, Ambrey, indicó que en el asalto participaron tres pequeñas embarcaciones que se acercaron al Talara.
La Agencia de Operaciones de Comercio Marítimo (UKMTO, por sus siglas en inglés), que depende del ejército de Reino Unido, reconoció por separado el incidente y apuntó que una posible “actividad estatal” obligó al Talara a virar hacia aguas territoriales iraníes.
Columbia Shipmanagement, con sede en Chipre, indicó más tarde en un comunicado que había “perdido el contacto” con el petrolero, que transportaba gasóleo con alto contenido de azufre.
La compañía ha “notificado a las autoridades pertinentes y está trabajando estrechamente con todas las partes relevantes, incluidas las agencias de seguridad marítima y el propietario del buque, para restablecer el contacto con el buque”, señaló. “La seguridad de la tripulación sigue siendo nuestra máxima prioridad”.
La Armada culpó a Irán de una serie de ataques a embarcaciones con minas lapa que causaron daños en petroleros en 2019, así como de un letal ataque con drones a un petrolero vinculado a Israel en el que fallecieron dos europeos de su tripulación en 2021.
Esos ataques comenzaron después de que, en su primer mandato, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, retiró unilateralmente a Washington del acuerdo nuclear firmado en 2015 por Teherán y las potencias mundiales.
La última incautación importante ocurrió cuando Irán tomó dos petroleros griegos en mayo de 2022 y los retuvo hasta noviembre de ese año.
Esos ataques se vieron ensombrecidos por los lanzados por los rebeldes hutíes de Yemen, que cuentan con respaldo iraní, que atacaron barcos durante la guerra entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza, lo que redujo drásticamente el transporte marítimo en el crucial corredor del mar Rojo.
Los años de tensiones entre Irán y Occidente, junto con la situación en la Franja de Gaza, derivaron en una guerra a gran escala de 12 días en junio.
Irán lleva mucho tiempo amenazando con cerrar el estrecho de Ormuz, la estrecha boca del golfo Pérsico por la que pasa el 20% de todo el petróleo que se vende en el mundo.
La Armada de Estados Unidos patrulla desde hace años las aguas en Oriente Medio con su 5ª Flota, con base en Bahréin, para mantener las vías marítimas abiertas.

