
El juez de la Tercera Sala Penal de la Corte de Apelación del Distrito Nacional, Daniel Nolasco, afirmó que el plazo de cuatro años que establece el Código Procesal Penal para los casos complejos se viene desnaturalizando en los tribunales.
Nolasco consideró que ese modelo, hasta cierto punto, se viene desnaturalizando porque los representantes del Ministerio Público muchas veces instrumentan expedientes muy sobrecargados de evidencias probatorias y de abordamientos de tipos penales que, en ocasiones, no logran determinarse ni probarse en la fase de juicio.
“Esto consume mucho tiempo en la fase preparatoria, como en la fase intermedia, y cuando llegan a juicio de fondo ya hay un largo trecho recorrido. Entonces, allí el juez tiene que administrar y tutelar todas las garantías del debido proceso de ley”, explicó.
El aspirante a juez de la Suprema Corte de Justicia consideró que al no lograrse vencer ese plazo, la defensa de los imputados solicita la extinción por la duración máxima del proceso que ha sido agotada.
“Esto representa un grave problema para el sistema, porque los jueces, como garantes del debido proceso, de la tutela judicial efectiva y del debido proceso de ley, deben velar por que el plazo razonable se cumpla, ya que no se puede mantener la incertidumbre sobre el sujeto más débil del proceso penal, que es el imputado”, precisó.
Consideró que los actores del sistema penal deben usar la racionalidad para que la justicia pueda cumplir con el rol de rendir una sentencia en un plazo razonable, sobre todo cuando se trata de procesos complejos, con una respuesta oportuna, ágil y en los plazos que establece la norma.
Solución alterna de conflictos
Daniel Nolasco, consideró que la falta de acuerdos y de una cultura de resolución de conflictos en República Dominicana obedece a que en el país los abogados son formados para el litigio, porque consideran que con el pleito devengan mayores honorarios.
“Por eso pasan por alto que, a través de los medios alternos de resolución de disputas, esos honorarios pudieran estipularse y no necesariamente tendrían que afectar las expectativas que puedan tener quienes se dedican a la abogacía, de que van a salir en desventaja”, argumentó el magistrado y catedrático universitario ante el Consejo Nacional de la Magistratura, que lo evalúa para magistrado de la alta corte.
El magistrado Nolasco ha recorrido casi todas las instancias y actualmente lleva 13 años como magistrado de la Corte de Apelación del Distrito Nacional.
Es profesor de la Universidad Autónoma de Santo Domingo, donde lleva 25 años de labor ininterrumpida, impartiendo Derecho de Familia, Responsabilidad Civil, Derecho de Obligaciones, Procesal Civil, entre otras materias.
El juez Daniel Nolasco es autor de cinco obras jurídicas, incluyendo Manual de Derecho de Familia, que es un referente en el país. Tiene maestrías y posgrados en diferentes ramas del derecho.
Fuente El Nacional

