
“ES URGENTE QUE LAS ASEGURADORAS DOMINICANAS CUBRAN ESTOS TRATAMIENTOS”
El reconocido nutriólogo clínico y especialista en medicina deportiva, Dr. Richard Marine, hizo un llamado urgente a la acción durante su reciente entrevista en el programa “A Diario”.
Ante la crisis de salud pública que representa la obesidad en República Dominicana, el Dr. Marine enfatizó que el respaldo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a medicamentos para la pérdida de peso de larga duración, como los agonistas del receptor GLP-1, obliga moral y éticamente a las aseguradoras locales a cubrir estos tratamientos vitales.
Las estadísticas presentadas por el especialista son alarmantes. El Ministerio de Salud Pública ha confirmado un aumento del 70% en los casos de obesidad en el país, una cifra que subraya la magnitud de la epidemia.
El Dr. Marine advirtió que la situación empeora notablemente durante la temporada navideña, periodo en el cual se registra un incremento del 36% en los diagnósticos de obesidad y diabetes, resultado directo de los excesos y la interrupción de rutinas saludables.
El sistema de salud actual, según el Dr. Marine, ha colapsado. A pesar de iniciativas valiosas como caminatas y jornadas deportivas, no se ha logrado mitigar la crisis.
Factores culturales y socioeconómicos, como el hecho de que el 75% de los trabajadores dominicanos comen en las calles sin las condiciones higiénicas y nutricionales adecuadas, dificultan el control de peso.
A esto se suma la persistente incapacidad de la industria alimentaria para reducir los azúcares añadidos en los productos de consumo masivo, perpetuando un entorno obesogénico.
El éxito que han demostrado los medicamentos GLP-1 representa un cambio de paradigma en el tratamiento de la obesidad, ofreciendo una herramienta farmacológica potente y respaldada por la ciencia.
El Dr. Marine insiste en que negar el acceso a estos tratamientos a través de la cobertura de seguros es insostenible, especialmente cuando se observa una tendencia creciente de niños con propensión a la obesidad, lo que augura un futuro sombrío para la salud pública nacional.
La conclusión del Dr. Marine es una clara advertencia a las autoridades y al sector privado: “Un país como República Dominicana no debe apostar a tener una población enferma”.
La inversión en prevención, educación y cobertura médica adecuada no es un gasto, sino una inversión esencial para la sostenibilidad del sistema de salud y el desarrollo económico de la nación.

