POR CARLOS VALDEZ

LA PAZ, Bolivia (AP) — Mineros bolivianos se enfrentaron el martes con cargas de dinamita y petardos a la policía en el octavo día de protestas callejeras en La Paz en contra de la eliminación del subsidio a los combustibles decretada por el presidente centroderechista Rodrigo Paz, que generó un alza en el precio de las gasolinas.

La policía reprimió la protesta con gas lacrimógeno y balines de goma en contra de centenares de manifestantes que hicieron detonar pequeñas cargas de dinamita y buscaron romper el cerco policial para ingresar hasta la plaza central donde está la casa de gobierno y el poder legislativo de Bolivia con el fin de hacer escuchar su protesta.

La policía no reportó inmediatamente heridos ni detenidos.

En esa y otras ciudades del país sudamericano manifestantes portaron carteles exigiendo al gobierno que revoque su último decreto que contempla varias medidas económicas, así como la bandera indígena de Bolivia mientras gritaban “el pueblo unido jamás será vencido”.

Desde hace ocho días mineros de empresas estatales llegaron a La Paz para rechazar las nuevas políticas del gobierno.

“Nuestra protesta no es solo contra la eliminación del subsidio a los carburantes, sino contra este decreto maldito que busca hipotecar el país y a las futuras generaciones”, dijo el dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB) Mario Argollo, que lidera la protesta a la que se han sumado otros sectores como maestros y sindicalistas de organizaciones indígenas.

Paz, que asumió el poder en noviembre, eliminó el subsidio a la gasolina y al diésel que por más de 20 años ha mantenido congelado su precio durante los gobiernos izquierdistas de Evo Morales y Luis Arce (2006-2025).

Bolivia importa esos combustibles debido a una baja producción local, lo que generó una fuerte merma de las divisas y la peor crisis económica en cuatro décadas.

Según el ministro de Economía, José Gabriel Espinoza, el subsidio ha sido una sangría económica y es la causa principal del déficit fiscal que bordeará este año el 13% del producto interno bruto.

En virtud de su eliminación, los precios de la gasolina subieron de 0,53 a 1 dólar por litro. Pero al mismo tiempo logró aliviar la crónica escasez de gasolina y diésel y las kilométricas filas de vehículos en las estaciones de servicio que afectaron el transporte y la producción de alimentos.

Por otro lado, el decreto que es resistido permite al Banco Central del Bolivia a contraer préstamos “sin el aval de la Asamblea Legislativa lo cual viola la constitución”, cuestionó Argollo.

Uno de sus artículos autoriza a la entidad financiera de forma excepcional a “gestionar y acordar líneas de financiamiento de liquidez, swaps (intercambios) de divisas, mecanismos precautorios y otras operaciones, destinados a la estabilización de la Balanza de Pagos”.

La COB es la principal central sindical de Bolivia y representa a obreros, campesinos, y profesionales, entre otros sectores.

Hasta ahora sus protestas han tenido escaso impacto y no han sido secundadas por otros sindicatos debido a las fiestas de fin de año.

Un grupo de mujeres mineras realizó la víspera una huelga de hambre para aumentar la presión. Argollo dijo que en los próximos días más sindicatos podrían sumarse a la protesta.

Paz hizo campaña con lo que denominó “capitalismo para todos”, prometiendo avanzar hacia una economía de mercado para fortalecer los lazos con Estados Unidos, que supone recortar los subsidios gubernamentales.