
LIMA (AP) — Unos 1.300 turistas extranjeros y 700 peruanos fueron evacuados la madrugada del miércoles desde el pueblo más cercano a la ciudadela de Machu Picchu luego de estar varados por más de 15 horas tras suspenderse la víspera el servicio ferroviario a causa de un choque de dos trenes que dejó al menos un muerto y 36 heridos.
En un comunicado la oficina del primer ministro Ernesto Álvarez indicó que entre 4:00 y 5:00 hora local (0900 GMT y 1000 GMT) los turistas fueron evacuados hasta la localidad de Ollantaytambo, adonde se encuentra el paradero inicial del tren. De allí se puede usar auto para en dos horas llegar a la ciudad de Cusco.
Un día después del choque de los trenes de las empresas PeruRail e Inca Rail las autoridades todavía no conocían las causas de la colisión. Las empresas tampoco han indicado en sus comunicados las razones que provocaron el siniestro. La policía indicó que detuvo a cuatro trabajadores ferroviarios a quienes se les ha realizado un dosaje etílico, mientras realizan sus investigaciones.
Según las autoridades, el accidente ocurrió el martes a las 13:20 hora local (1820 GMT) en un sector cercano a un sitio arqueológico llamado Qoriwayrachina y a Pampaccahua, en el distrito de Machu Picchu. La ciudadela inca de piedra está ubicada a unos 53 kilómetros (cerca de 33 millas) de la ciudad de Cusco, la capital regional.
La colisión provocó la muerte del maquinista peruano de Inca Rail Roberto Cárdenas, de 61 años. Quedaron heridos unos 36 turistas procedentes de Estados Unidos, Australia, Canadá, Rusia, China, Taiwán, Japón, Polonia, España, Brasil y Chile. Dos turistas, cuyas identidades no han sido reveladas, tienen heridas graves en la cabeza producto del choque, según las autoridades.
El choque es un suceso sin precedentes en la historia ferroviaria hacia Machu Picchu que, de acuerdo con varios miembros del gremio turístico, evidenció la falta de respuesta ante emergencia inmediata de autoridades y empresas de transporte ferroviario.
En Perú las respuestas ante los frecuentes accidentes de buses de transporte interprovincial en carreteras son muy lentas y desorganizadas para auxiliar a los heridos, varios de los cuales mueren cerca de las vías. Según expertos la solución para el problema es una reforma integral del transporte que ningún gobierno ha iniciado.
La ciudadela fue construida en el siglo XV como santuario religioso, ceremonial, astronómico y agrícola durante el apogeo de la cultura Inca. Se ubica en el sureste peruano, a 2.490 metros de altitud, en una zona llena de bosques entre los Andes y la Amazonía. Hasta 5.600 personas ingresan cada día al recinto, según datos oficiales.

