
La Procuraduría Fiscal del Distrito Judicial de Sánchez Ramírez, agentes de la Dirección General de Tránsito Terrestre (DIGESETT) y efectivos policiales del DICRIM investigan las posibles causas de un trágico accidente ocurrido la madrugada de hoy en el muro de la presa de Hatillo.
Dos personas murieron en el accidente: el comerciante Jhonatan Pérez, de 33 años, propietario del negocio de activación y ventas de celulares Jhonatan Comunicaciones, ubicado en la zona céntrica de Cotuí.
Su acompañante, una mujer de nacionalidad colombiana identificada como Estephany Pacheco, también falleció calcinada tras incendiarse el vehículo en que ambos viajaban la madrugada de este lunes.
Aunque inicialmente circuló en medios televisivos, radiales y redes sociales que las víctimas eran tres, el médico legista Luis Manuel Núñez Reinoso aclaró que solo se encontraron dos cráneos y cuerpos correspondientes a igual número de personas en el lugar del accidente.
El galeno informó que los restos fueron enviados a la unidad de Patología Forense del hospital San Vicente de Paúl, en San Francisco de Macorís, para la realización de las autopsias y así ampliar las investigaciones sobre el caso.
Los investigadores del accidente comenzaron a recolectar evidencias tanto en el lugar de los hechos como en los sitios visitados anoche por el empresario.
Según versiones que circulan, Pérez habría visitado la madrugada de este lunes un centro de diversión nocturno ubicado en la calle 27 de Febrero, de donde, según un video, salió acompañado de la joven colombiana Estephany Pacheco. Ambos abordaron su vehículo y abandonaron la discoteca con rumbo desconocido.
El hallazgo del accidente fue reportado a las autoridades alrededor de las ocho de la mañana por personas que usan el muro de la presa para ejercitarse con caminatas o actividades matutinas.
Jhonatan Pérez, de 33 años, tenía varios negocios en Cotuí y en Villa La Mata: un Liquor Store, un restaurante y una tienda de celulares.
Su muerte y la de la joven colombiana han causado conmoción en esta población.
Sus familiares gestionaban esta tarde en San Francisco de Macorís la entrega de los restos para el velatorio y posterior cristiana sepultura.