El sacerdote venezolano Gustavo Santos, de 32 años, fue arrestado por autoridades migratorias de EE.UU. a pesar de tener visa religiosa vigente.

Por Raúl Castillo

La Arquidiócesis de Miami criticó este martes lo que calificó como un arresto migratorio “injusto” en contra del sacerdote venezolano Gustavo Santos, de 32 años, quien fue detenido en el aeropuerto tras regresar de un viaje internacional pese a contar con una visa religiosa vigente.

Santos, ordenado sacerdote en 2021 y actualmente en servicio en la parroquia St. John Neumann, había viajado a Londres y al regresar fue retenido por autoridades migratorias estadounidenses, que le negaron inicialmente la entrada al país.

La Arquidiócesis señaló en un comunicado que la decisión fue tomada “de manera repentina e injustificada”, ya que el visado tipo R-1 de Santos continúa válido hasta noviembre.

La intervención directa del arzobispo Thomas Wenski y el apoyo legal de la organización Catholic Legal Services lograron revertir la medida. Tras una revisión del caso ante un juez, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) permitió finalmente el reingreso del sacerdote.

“Estamos agradecidos por la pronta resolución y damos la bienvenida al padre Santos de vuelta a su ministerio”, expresó la Arquidiócesis en su mensaje, subrayando la “buena reputación” del joven religioso.

Santos, nacido en Valencia, Venezuela, relató en el pasado que emigró a Estados Unidos luego de ser víctima de un intento de secuestro en su país. Desde hace dos años sirve en la Iglesia católica en Miami, tras completar su formación en el seminario St. Vincent de Paul.

Caso similar

El arresto y posterior liberación de Santos recuerda lo sucedido con la estudiante coreana Yeonsoo Go, quien fue detenida en Nueva York por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) al finalizar una audiencia de renovación de visa, pese a tener documentación vigente de dependiente religioso.

Go, una estudiante universitaria de 20 años e hija de una reverenda episcopal de Nueva York, fue liberada horas después por el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) sin ninguna explicación.

“Esto demuestra la falta de debido proceso”, señaló Mary Rothwell Davis, abogada de la Diócesis Episcopal de Nueva York, quien ha acompañado a la familia desde el inicio del caso, según NBC News.

La madre de Yeonsoo Go, Kyrie Kim, fue la primera mujer ordenada en la Diócesis de Seúl de la Iglesia Anglicana de Corea y fue invitada a Nueva York para fortalecer el trabajo de la Iglesia Episcopal con las comunidades asiáticas.

Con información de EFE.