POR JIM GOMEZ

MANILA, Filipinas (AP) — Un tribunal de Filipinas condenó a una exalcaldesa, que según las autoridades es una ciudadana china, por tráfico de personas por ayudar a establecer un complejo ilegal de juegos de azar online en una provincia del norte del país, donde cientos de chinos y otros ciudadanos extranjeros eran obligados a realizar estafas.

El tribunal regional de la ciudad de Pasig, en el área metropolitana de Manila, sentenció a Alice Guo a cadena perpetua junto a otros siete acusados filipinos y chinos, y los condenó a pagar una multa de dos millones de pesos (34.000 dólares) cada uno y a compensar a varias víctimas de trata que presentaron denuncias.

Guo negó todas las acusaciones en su contra y afirma que es ciudadana filipina.

En los últimos años, en el sudeste asiático han proliferado vastos centros de estafas online, especialmente en las zonas fronterizas de Camboya, Laos y Myanmar.

Naciones Unidas estima que cientos de miles de personas han quedado atrapadas en una esclavitud virtual por bandas que las obligan a explotar financieramente a gente en todo el mundo a través de romances falsos, inversiones fraudulentas y esquemas de juego ilegales.

En Filipinas, las organizaciones detrás de las estafas construyeron rápidamente vastos complejos con edificios o alquilaron oficinas de lujo en los distritos financieros de Manila y movieron grandes cantidades de trabajadores sobornando a las autoridades.

Las autoridades de Filipinas sostienen que Guo es una ciudadana china llamada Guo Huaping, que falsificó la ciudadanía para postularse como alcaldesa de Bamban, un pueblo de la región norteña de Tarlac, donde dirigía un extenso complejo ilegal de estafas cerca del ayuntamiento.

“Usaron parcelas de tierra y edificios para albergar a los trabajadores víctimas de la trata y obligarlos a trabajar como estafadores”, dijo el tribunal en su decisión.

El año pasado, el presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., ordenó la prohibición de cientos de empresas de juegos online, en su mayoría dirigidas por chinos, que proliferaron bajo el gobierno de su antecesor, Rodrigo Duterte.

Marcos acusó a esas compañías de delitos que incluyen estafa financiera, trata de personas, tortura, secuestro y asesinato.

Desde entonces, muchas han sido allanadas y cerradas, y se rescató y deportó a miles de trabajadores traficados. Pero todavía hay centros de estafas operando, según las autoridades.

“La condena de Alice Guo, también conocida como Guo Hua Ping, es una victoria contra la corrupción, la trata de personas, el cibercrimen y muchos otros delitos transnacionales”, afirmó la senadora Risa Hontiveros. “Pero aún queda mucho por hacer”.

Hontiveros dirigió el año pasado una investigación televisada en el Senado que expuso operaciones clandestinas de estafa online en el país, además de la supuesta participación delictiva de Guo.

Funcionarios de seguridad filipinos y Hontiveros señalaron que los centros de estafas operados por Guo y otros ciudadanos chinos también podrían haber sido empleados para labores de espionaje por parte de Beijing, que ha mantenido conflictos territoriales cada vez más intensos con Filipinas en el mar de China Meridional y se ha opuesto firmemente a la presencia de fuerzas estadounidenses en el país. Filipinas es el aliado más antiguo de Washington en Asia.

“Continuaremos exigiendo responsabilidad a cada agencia gubernamental que falló en sus obligaciones, y continuaremos investigando el alcance total de las operaciones de inteligencia chinas en nuestro país”, declaró Hontiveros.

“Y a todos los demás que permitieron el imperio criminal de Alice Guo: Filipinas no es un campo de juego para la explotación, infiltración y espionaje”.

Guo no ha sido acusada de espionaje y niega cualquier conexión con el espionaje.

Bamban está a varios kilómetros (millas) de una base de la fuerza aérea filipina, donde se ha permitido la presencia rotativa de tropas estadounidenses con aviones y armas en virud de un pacto de defensa firmado en 2014.

Guo fue destituida el año pasado por el defensor del pueblo estatal, quien citó una mala conducta grave. Huyó de Filipinas en julio de 2024, pero fue localizada en Indonesia, donde fue arrestada y deportada. Está detenida desde el año pasado.