Por: Luis Meran
Puede que mi posición frente a los aspirantes a obtener un espacio en la administración pública sea errada.
Digo esto, porque sería como buscar una aguja en un pajar, que alguien sin recursos económicos y con la intención de trabajar a favor de su pueblo, no para él y su familia pueda lograr su propósito.
En cambio, es de todo conocimiento que los más votados en todo el país y en todos los niveles son aquellos que tienen dinero para gastar, en publicidad, ayudas en campaña, comprar conciencias y muchas diabluras más, y en muchas ocasiones apadrinados por narcotraficantes o corruptos, pero que al final cuando obtienen su propósito jamás lo vuelve a ver.
Esto se debe a dos razones básicas, la primera por la falta de educación del pueblo “los electores” no me refiero a la falta de estudios que es diferente, y la segunda por el alto nivel de necesidades que carece el 80% de los dominicanos, que nos hace pensar solo en el momento y no en el futuro.
Hasta que los pobres, que somos la mayoría, no pensemos que hemos sido utilizados por mucho tiempo solo para servir de carnada, y digamos basta ya, seguiremos en las mismas penurias.
Hay personas que tienen la vida entera aspirando, con buenas intenciones y no logran llegar a ocupar un lugar para ayudar a sus iguales.
Otros despilfarran el Erario y se alzan con el Santo y la Limosna. Entonces, ¿creen ustedes que siguiendo ese mismo comportamiento podemos cambiar? Los que tenemos que cambiar somos los que elegimos en cada proceso electoral y no pensar en el “aquí y ahora” pensar en nuestro “futuro” y quienes verdaderamente se identifican con las causas de la mayoría.
“Si busca resultados distintos no haga siempre lo mismo” Albert Einstein.