Santo Domingo, RD.-. La directora del servicio de Ictus y hemorragia cerebral en la Cooper University Hospital en New Jersey, doctora Ryna Then, afirmó que los hospitales de la red de salud pública nacional en la República Dominicana no están preparados para responder a las necesidades que puede presentar un paciente de un accidente cerebro vascular (ACV) en su fase aguda.
Then, dijo que a pesar de que en el país hay por lo menos 10 centros hospitalarios que pudiesen tratar la fase aguda de un derrame cerebral, de momento, solo son cuatro clínicas privadas que lo hacen.
La seudocientífica quien habló en nombre de la Sociedad Dominicana de Neurología y Neurocirugía, dio a conocer el proyecto de llevar dos hospitales en un plan piloto, a nivel públicos, uno en la capital y otro en la Región Norte, para atender personas con accidente cerebro vascular en su fase aguda, porque desafortunadamente, no tenemos un hospital público designado con este tratamiento.
La doctora Ryna Then, señalo que Corazones del Cibao, Clínica Corominas y Unión Médica del Norte, son los que responden por un ictus agudo en la Región Cibao; mientras en Santo Domingo, únicamente lo hace el Centro de Diagnóstico Medicina Avanzada y Telemedicina (Cedimat).
TRATAMIENTO
De acuerdo con lo expuesto por la doctora Then durante el “Simposio Nacional de Ictus Isquémico: Manejo Pre-Hospitalario e Intrahospitalario”, los accidentes cerebro vasculares son un problema bastante común en la República Dominicana y representan la causa número dos de muerte.
A propósito de esto, indicó que “hay forma de revertir este problema, de mejorarlo, y por eso están aquí como científicos expertos, médicos, paramédicos, emergenciologos, neurólogos y todo el personal que interviene en la cadena de supervivencia de ictus.
La doctora Then, dijo que para cambiar el curso natural de esta enfermedad y de esta forma evitar que los pacientes queden totalmente discapacitados o que mueran por esta enfermedad, hay que habilitar áreas en los centros para atender dicha problemática.
El principal foco, dispuso, es la población, por lo que una de sus estrategias es enseñarles a cuáles son los signos y síntomas de esta enfermedad para que los puedan reconocer, así como entrenamiento del equipo del 9-1-1 para que cuando ese paciente llame “que se le torció la boca, el brazo lo tiene adormecido o no puede hablar”, sepa reconocer lo que está pasando.
Seguido de eso, que una vez recogido el paciente se pueda derivar ese paciente a clínicas u hospitales donde se administren los tratamientos de primera línea.