El presidente estadounidense, Joe Biden, ha firmado la promulgación de la Ley de Responsabilidad Fiscal de 2023, fruto de las negociaciones mantenidas con los republicanos que son mayoría en la Cámara de Representantes y que permite elevar el techo de endeudamiento del Estado.
Biden ha destacado la «victoria» que supone este acuerdo para evitar el impago y un posterior «caos» económico y ha destacado la labor de los negociadores de ambos partidos en una intervención desde el Despacho Oval de la Casa Blanca.
«Nadie obtuvo todo lo que quería, pero el pueblo estadounidense consiguió lo que necesitaba. Evitamos una crisis económica, un colapso económico», ha declarado Biden, cuyo objetivo es firmar el plan este sábado.
La ley, que incluye topes de gasto y algunos cambios en los permisos de energía y programas sociales, fue aprobada por una amplia mayoría de ambos partidos, aunque algunos demócratas progresistas votaron en contra por considerar el acuerdo como «un chantaje» y por realizar cambios en programas sociales; los miembros de Freedom Caucus, de extrema derecha, también se opusieron por no recortar lo suficiente el gasto público.
«Sé que los acuerdos entre los dos partidos son difíciles y que la unidad es difícil, pero nunca podemos dejar de intentarlo. Unir fuerzas como estadounidenses es dejar de gritar, bajar la temperatura y trabajar juntos para lograr el progreso», ha declarado Biden durante su discurso.
Las dos principales voces del Partido Republicano, el expresidente Donald Trump y el gobernador de Florida, Ron DeSantis, se han opuesto rotundamente al acuerdo. Mientras Trump ha asegurado que habría permitido el incumplimiento de pagos antes de dar las concesiones de su partido, DeSantis ha afirmado que el acuerdo llevará al país a la «bancarrota».
Desde el ala izquierda del Partido Demócrata también han criticado el acuerdo, ya que consideran que al endurecer las condiciones para la concesión de los bonos de comida aumentará el hambre en las comunidades más desfavorecidas.