El presidente de la Unión Demócrata Cristiana –UDC-, Luis Acosta Moreta, Luis “El Gallo”, dijo hoy que son inaceptables las condiciones de Canadá, de querer obligar a la República Dominicana a ser un agente directo de la solución de la crisis haitiana.
Afirmó que la última posición de Canadá ha sido de qué va a seguir ampliando el personal de su embajada en Santo domingo, sin afirmar que el tema de la oficina de adiestramiento ha sido abandonado.
Destacó que ante el rechazo general a que se establezca en el país una oficina para facilitar el entrenamiento de la Policía haitiana, lo que tenía que hacer Canadá, en el buen lenguaje diplomático, era decir claramente que esa iniciativa ya había sido abandonada.
Por el contrario, en el documento final de la reunión de los Cancilleres de República Dominicana y Canadá lo que se dice claramente es que ese país va a ampliar su personal diplomático a nivel local, para que participe en la solución a la crisis haitiana.
Lamentó que los canadienses estén buscando una solución Haití, Canadá, República Dominicana, lo que equivale a que se quiere meter a la fuerza al país para que sea parte de resolver los problemas del otro lado de la frontera.
Luis “El Gallo” dijo que participar junto a Canadá en buscar soluciones a la crisis haitiana desde la República Dominicana es intolerable, y le podría traer muchos problemas al país.
Afirmó que Canadá dice que tiene 100 millones de dólares para invertir en ayuda humanitaria y entrenamiento policial en Haití, por lo que no se explica la razón de que persiga el apoyo dominicano.
Los que crearon la gran crisis social y política de Haití, manifestó, son los responsables de aplicar las correcciones de rigor, pero desde Haití, sin que los dominicanos tengan que tomar ninguna posición en ese problema.
Recordó que los hospitales públicos dominicanos están desbordados con las parturientas haitianas, al tiempo que hay miles de ilegales, que son un dolor de cabeza permanente.
La República Dominicana tiene que ser solidaria con el pueblo haitiano, pero no puede aceptar la encerrona diplomática de los canadienses, que nos quieren meter a ser agentes de primera línea en arreglar los problemas de Haití.