Jerusalén, (EFE).- Unos 100.000 israelíes se han desplazado de sus hogares por la guerra contra el grupo islamista palestino Hamás, que estalló el 7 de octubre, sobre todo habitantes de poblados aledaños a las fronteras con la Franja de Gaza y el Líbano, informó este lunes el Ministerio de Defensa israelí.
Los israelíes actualmente evacuados o reubicados son «alrededor de 100.000», indicó el ministerio a EFE.
Hamás, que gobierna de facto en la Franja, sorprendió a Israel el 7 de octubre con un ataque masivo que incluyó el lanzamiento de cohetes -más de 6.000 hasta ahora- y la incursión de más de 1.200 milicianos en territorio israelí, que torturaron, mataron y secuestraron a cientos de pobladores de las aldeas que colindan con Gaza.
El ataque ha dejado hasta el momento más de 1.400 muertos, casi 4.000 heridos, por lo menos 120 rehenes y un número indeterminado de desaparecidos en Israel.
Ante este escenario, unos 30.000 habitantes de Sderot, la ciudad israelí más cercana a la Franja de Gaza, y otras 36.000 personas que habitaban en un diámetro de hasta 7 kilómetros alrededor de la frontera con el enclave palestino han sido reasentados, según los datos de Defensa.
Por otro lado, unos 5.000 israelíes carecen de protección personal adecuada y residencia estable en Ascalón, una ciudad ubicada un poco más al norte de Sderot, en la costa del Mediterráneo.
Todos estos puntos han sido alcanzados por los cohetes procedentes de Gaza y vivieron la muerte y la destrucción de numerosas infraestructuras que dejaron los milicianos a su paso.
Entretanto, habitantes de las ciudades del norte de Israel, junto a la frontera con el Líbano, también han tenido que abandonar sus hogares tras la intensificación del intercambio de proyectiles entre el Estado judío y el grupo chií Hizbulá junto con milicias palestinas, a raíz del conflicto con Hamás.
Así, en esa zona, unos 10.000 israelíes fueron evacuados de 28 ciudades por las autoridades, mientras que otros 17.000 lo hicieron voluntariamente, antes de que llegara la solicitud oficial de este lunes.
El punto álgido de tensión se vivió ayer, cuando Hizbulá asumió la autoría del lanzamiento de seis misiles antitanque y nueve cohetes, a lo que Israel respondió bombardeando posiciones del grupo en el sur del Líbano.
Un proyectil alcanzó el cuartel general de la misión de paz de la ONU en el Líbano (FINUL) en la localidad meridional de Naqura, cuya procedencia está siendo investigada por los Cascos Azules, sin que se hayan registrado bajas.
Es el mayor pico de tensión en la zona desde la escalada de 2006, lo que ha elevado el temor a que Hizbulá decida involucrarse de forma directa en la guerra.
En nueve días de tensión entre Israel y las milicias del Líbano, 17 personas han muerto: cinco en territorio israelí -cuatro soldados y un civil- y al menos 12 en suelo libanés, incluyendo tres civiles -uno de ellos camarógrafo de la agencia Reuters-, cuatro miembros de Hizbulá y cinco integrantes de milicias palestinas.