La vacunación contra COVID-19 antes y durante el embarazo ha demostrado ser efectiva, brindando beneficios tanto para a madre como para el bebé. Esta fue una de las conclusiones a las que se llegó durante el XX Congreso Latinoamericano de Enfermedades Infecciosas Pediátricas-SLIPE 2023 cuando un panel de especialistas de la región debatió temas como la seguridad de las vacunas de ARNm en embarazadas, la carga de enfermedades respiratorias en lactantes y niños, y la inmunización del paciente inmunodeprimido.
Para el Dr. Gonzalo Pérez-Marc, pediatra y uno de los ponentes, es primordial que las mujeres embarazadas reciban una vacuna contra enfermedades como la COVID-19 y la gripe para proteger tanto a la madre como al feto de complicaciones graves.
“Se recomienda que la vacuna contra el COVID-19 se administre durante el primer trimestre del embarazo y las dosis de refuerzo durante el último trimestre. Estudios realizados en más de 500.000 mujeres embarazadas han demostrado que estas vacunas son seguras, con una eficacia superior al 95%[2]”, añadió.
Los bebés infectados con SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19, tienden a ser asintomáticos o tienen síntomas leves, con una baja tasa de hospitalización por neumonía (aproximadamente 2%).
Por lo tanto, se puede afirmar que la vacunación materna reduce la morbimortalidad tanto de la madre como del bebé[4], y se pueden administrar otras vacunas durante el embarazo, como la gripe y la tos ferina (TdaP).
Los datos son alentadores. Según varios estudios, se ha demostrado que esta vacuna no aumenta el riesgo de complicaciones como aborto espontáneo, parto prematuro, muerte o defectos congénitos.
La vacunación contra la COVID-19 induce una fuerte respuesta de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 durante el embarazo.
Las respuestas inmunitarias provocadas por la vacuna en mujeres embarazadas y lactantes son comparables a las de las mujeres no embarazadas.
Además, los niveles de anticuerpos son más altos que la infección natural por Covid-19 durante el embarazo.
Los recién nacidos amamantados por madres vacunadas reciben anticuerpos específicos contra este virus en cantidades similares a las de los bebés nacidos de madres previamente infectadas.
De acuerdo con la Dra. Yamile Sandoval, gerente médico de la Unidad de Vacunas de Asofarma, la plataforma de ARNm mensajero de la vacuna COVID-19 de Moderna abre la puerta a un futuro prometedor porque las actualizaciones se pueden realizar rápidamente en función de los datos epidemiológicos de los virus circulantes.
“Es crucial que las mujeres embarazadas completen sus esquemas de vacunación. Al hacerlo, se protegen a sí mismas y a sus bebés, generando anticuerpos que atraviesan la placenta y brindan protección a los bebés durante los primeros meses”.
“Es importante recordar la fecha de vacunación, incluso si ha recibido dosis anteriores. Actualizar el sistema inmunológico con vacunas actualizadas que enseñen al cuerpo a combatir las subvariantes es clave para estar protegido y evitar complicaciones”, agregó la doctora Sandoval.
“Hoy tenemos bajas tasas de vacunación, particularmente en niños y mujeres embarazadas, es importante que los niños de 6 meses a 12 años reciban su vacuna”, concluyó el Dr. Marco A. Sáfadi, infectólogo pediátrico, quien también estuvo presente en SLIPE.
El SARS-CoV-2 sigue siendo un reto para la ciencia, a pesar de que la vacunación ha demostrado ser altamente efectiva en la prevención de esta enfermedad.
Los pediatras deben educar a las familias sobre la importancia de la vacunación y combatir las noticias falsas que pueden generar un miedo injustificado. La vacunación es una herramienta poderosa para ayudar a los niños a crecer en un entorno más seguro y saludable.