Poner en primer lugar la salud mental y realizar actividades que incentiven el bienestar son elementos claves para mantener un buen estado emocional, en una sociedad cada vez con más factores estresores.
Según estimaciones, solo en el primer año de la pandemia de la Covid-19, la prevalencia mundial de la ansiedad y la depresión aumentó un 25%, según un informe científico publicado por la OMS, afirma Sandra González, psicóloga clínica y de la salud de los Centros de Diagnóstico y Medicina Avanzada y de Conferencias Médicas y Telemedicina (CEDIMAT), a propósito de conmemorarse este 10 de octubre el Día Mundial de la Salud Mental.
González explica que es frecuente en las consultas de salud mental, ver personas con estrés, trastornos de ansiedad y de depresión. Incluyendo síntomas y signos alarmantes como son: conductuales, cognitivos, emocionales y fisiológicos. Los cuales pueden tener una intensidad de moderada a grave.
“La mayoría de las personas no son consciente de su salud mental, por muchos factores que influyen en su entorno como: desconocimiento, estigma cultural, emociones de vergüenza o miedo a ser diagnosticado con un trastorno psicológico y la discriminación social entorno a la salud mental”, indica la experta.
Por esta razón, la psicóloga enfatiza que es prioridad cuidar la salud mental por lo cual ofrece las siguientes recomendaciones:
Higiene del sueño
Cuando se habla de higiene del sueño se refiere a tener uno de calidad, un buen descanso de la mente y el cuerpo.
El adulto promedio con siete u ocho horas diarias puede reparar lo que en el día gasta de manera enérgica.
La profesional de la salud mental recomienda aguardar un espacio para dormir, dejar de usar el celular por lo menos unos 30 minutos antes de ir a la cama.
“No cenar comidas tan pesadas, por lo menos dos horas antes de irse a la cama. Establecer horarios regulares para dormirse, con un clima adecuado y ropa cómoda”, añade.
Movilizarse
La actividad física es parte esencial de la salud mental, muchos trastornos mentales se detonan o perpetúan con la falta de actividad física. Movilizarse es permitir adaptar el ejercicio físico a la rutina de vida.
Alimentos más frescos
La alimentación es importante debido a que a través de ella se consiguen los aportes energéticos, comer bien y adecuado contribuye a mantener una mente sana, por lo cual mientras más frescos mejor.
Pensamientos positivos
La conexión que existe entre los pensamientos y el comportamiento es incuestionable.
El famoso psicólogo Aaron Beck hacía mención sobre la triada cognitiva que tienen una visión negativa: de sí mismos, del entorno que los rodea, y del futuro.
Los pensamientos que se tiene en torno a sí mimo determinan mucho como nos sentimos y perciben los demás.
Descansar
Hoy el exceso de productividad no deja momentos de descansos y hasta cuando no se está haciendo nada se quiere ser productivos.
Leer libros que nutran o ver películas o series que aporten, no está mal, pero es bueno también ver algo por diversión o igual leer, dice González.
Conocerse a sí mismo
Para poder conectar con los primeros cinco puntos de estas recomendaciones es importante conocerse, saber cuáles son sus límites.