Los países de Centroamérica y República Dominicana avanzan en materia de movilidad eléctrica; para abordar la crisis ambiental y de salud, considerando que un 15% de las emisiones de gases de efecto invernadero son responsabilidad del sector transporte de la región, lo que reduce la mala calidad del aire y provoca más de 300.000 muertes prematuras anuales en nuestro continente.
La movilidad sostenible abarca la utilización de vehículos eléctricos como respuesta al transporte convencional impulsado por motores de combustión interna.
Esta transición tiene como objetivo reducir la dependencia de los combustibles fósiles y las emisiones contaminantes asociadas con el transporte tradicional.
Por su parte, los vehículos eléctricos suponen una reducción de hasta 65% de las emisiones de gases de efecto invernadero y poseen eficiencia energética, traduciéndose en ahorros sustanciales en consumo y mantenimiento.
Un análisis desarrollado por EY Centroamérica, Panamá y República Dominicana resalta como en los últimos años, la región ha experimentado un notable avance en la adopción de la movilidad eléctrica, especialmente en Costa Rica, Panamá y República Dominicana.
República Dominicana, se ha destacado por mejorar su infraestructura de carga, así como los espacios de mantenimiento vehicular, contando con al menos 10 centros especializados en este tipo de motores.
Se prevé que al 2026 el sector llegue a contar con 30.000 unidades en el país. Como incentivo a la importación de vehículos de energía no convencional, los dominicanos cuentan con la Ley 103-13 la cual, permite traer vehículos eléctricos con una reducción de un 50% de los impuestos de importación, incluido los de la primera placa.
La infraestructura de carga de vehículos eléctricos en la región, se encuentra en desarrollo con cada país avanzando a su propio ritmo de implementación.
Sin embargo, todos realizan esfuerzos para promover la adopción de vehículos eléctricos mediante la mejora y disponibilidad de puntos de carga en toda la región.
En noviembre de 2022, gracias a la campaña “MoveToZero” del programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y empresas del sector privado, se realizó una exitosa caravana de más de 10 vehículos que cruzaron cinco fronteras de Centroamérica, recorriendo 2.500 kilómetros.
Esta ruta eléctrica centroamericana evidenció algunas necesidades todavía pendientes, como la creación de una red de cargadores rápidos y semi rápidos que conecte toda la región y una mayor promoción de los beneficios de las tecnologías cero emisiones.
De acuerdo con Laureen Fernández, Coordinadora de Estudios de Mercado de EY, todavía hay desafíos por enfrentar.
“Con este análisis hemos visto temas importantes a considerar en materia de movilidad eléctrica. Por ejemplo, que, pese a que contamos con esfuerzos para incentivar el consumo de vehículos eléctricos, los precios de las unidades siguen siendo más costosos si los comparamos con vehículos de combustión interna.
También vemos que, aunque hay gran potencial para la energía hidroeléctrica, solar y eólica, es necesario invertir en el desarrollo de estas fuentes de energía limpia para garantizar que los vehículos eléctricos se alimenten de electricidad verde”, comentó Fernández.
Para Fernández, no todo son retos. Hay oportunidades con gran potencial para la región. Entre ellas:
· La unificación del transporte público y privado que podría ser factible con una planificación integral.
· La adopción de la movilidad eléctrica como un mecanismo de atracción de inversión extranjera.
· Incentivando el turismo sostenible: ofreciendo experiencias de viaje más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente que permitan fortalecer la imagen responsable de la región como destino turístico.